Oleada de robos en casas de las Merindades

A.C. / Medina de Pomar
-

Vacían todos los armarios y cajones de las casas en apenas media hora, los perros no son un obstáculo y entran siempre por ventanas o puertas acristaladas de la planta baja. Buscan joyas, relojes y dinero

Imagen de archivo de agentes de la Guardia Civil de la provincia burgalesa. - Foto: REBECA RUIZ BARBERO F2 Estudio Rebeca Ruiz

Dos hombres, que podrían provenir de países del Este, según las sospechas de las víctimas y vecinos, están detrás de la oleada de robos en viviendas unifamiliares que está suscitando una gran preocupación en las urbanizaciones de Medina de Pomar y Villarcayo. En apenas media hora son capaces de darle la vuelta por completo a todos los cajones de la casa, sin excepción, en busca de su objetivo, joyas, relojes, dinero y, si no encuentran, también se han llevado zapatillas deportivas de marcas reconocidas (Gucci, Lacoste...). En todos los casos han entrado a las casas rompiendo ventanas o puertas acristaladas de las plantas bajas tras saltar tapias o puertas de entrada y ni las cámaras de videovigilancia ni la presencia de perros representan un obstáculo para que cometan su fechoría.

DB ha podido constatar cómo pueden asaltar hasta tres casas en una sola tarde noche, incluso desplazándose de Medina a Villarcayo. Quienes los han sufrido dicen sentirse vigilados, porque los ladrones aprovecharon a entrar en sus hogares en pequeños lapsus de tiempo en los que estaban fuera todos los miembros de la familia. En un solo caso estaban de vacaciones. En uno de los robos de Medina de Pomar, donde no quedó títere con cabeza el pasado 8 de septiembre, ella se fue a su negocio a las siete de la tarde, y él salió de la vivienda, a las ocho y media. A las diez, cuando regresaron se encontraron el desastre que aún siguen ordenando.

Revolvieron todos los dormitorios, el salón e incluso el baño. Era claro que no querían aparatos de electrónica, porque dejaron en la casa las tablets, el ordenador portátil, la Nintendo, la televisión y muchos otros objetos. Llegaron a  arrancar las mesillas del cabecero de la cama en busca de dobles fondos que pudieran esconder el dinero que hubiese en metálico.

(Más información, en la edición impresa de este viernes de Diario de Burgos o aquí)