Son tantos años predicando en el desierto que a los empresarios del polígono Burgos Este -el de Gamonal- ya casi se les acaban las fuerzas para seguir protestando. Casi, porque el presidente del complejo empresarial, Fernando de Santiago, continúa dando la batalla para que el Ayuntamiento preste al polígono la «atención que merece». Hay calles (no hay más que mirar las fotografías) que parecen auténticos estercoleros, con contenedores junto a los cuales «se acumulan todo tipo de residuos, desde muebles, hasta bidones, pasando por neumáticos, plásticos, etc.». La calle Fernando Dancausa es un buen ejemplo. Y se trata de un vial -advierte De Santiago- «cuya reforma no se halla entre los planes de inversión municipal a corto plazo».
¿De quién es la culpa de que vías importantes del polígono presenten tan lamentable imagen? Por una parte, el presidente reconoce que la falta de civismo de muchos ciudadanos explica esta situación. Pero añade que todos esos desechos no proceden de las empresas, la mayoría -por no decir todos- son depositados allí por personas que los fines de semana -cuando hay poca o nula actividad- utilizan el complejo empresarial como un punto limpio.
Pero al mismo tiempo, señala, hay muchas formas de atajar este desmadre, para empezar, «aumentando la vigilancia en el polígono». Y si el vertido de este tipo de residuos pasara inadvertido para las patrullas de la Policía Local, «al menos que los servicios de limpieza de Urbaser sean ágiles a la hora de retirarlos». «Porque en el polígono los camiones no pasan con tanta regularidad como en otros lugares de la ciudad; y nosotros pagamos muchos impuestos, más de 10 millones de euros anuales», recuerda.
A partir del día 6 de noviembre comienza la recogida puerta a puerta en las empresas, fecha en la que automáticamente se retirarán todos los contenedores del complejo. De Santiago afirma que desde el Ayuntamiento consideran que el hecho de que desaparezcan los depósitos de basura hará que la gente deje de utilizarlos como lugar donde abandonar todo tipo de residuos. Pero el presidente del polígono avisa de que habrá que esperar, «porque hay tantos lugares que dan sensación de abandono -empezando por esos jardines que ahora se han convertido en barrizales por ser usados solo como aparcamientos- que quizá sigan vertiéndose todo tipo de desechos».
En todo caso, De Santiago asegura que el Ayuntamiento de Burgos mantiene una deuda histórica con este polígono. «En cada reunión que mantenemos siempre exijo lo mismo, una inversión conforme a unas necesidades que no dejan de crecer, así como la elaboración de un plan director que garantice el mantenimiento diario», enfatiza.
Asimismo, afirma que la imagen que ofrece el complejo empresarial «es la imagen que muchos empresarios de fuera se llevan de la ciudad de Burgos». Y es cierto, los polígonos también son un escaparate de la capital para muchos foráneos, «de manera que hay que cuidarlos como si se tratara del centro de Burgos».