Los alumnos del Colegio Público Santa María de Aranda de Duero empezarán el curso el día 20 y no el 10 como el resto de estudiantes de Infantil y Primaria de Castilla y León. Un retraso que servirá para que el Ayuntamiento de la capital ribereña pueda poner a punto las instalaciones del Icede, a las que se trasladarán cerca de 270 escolares del Santa María durante el primer trimestre mientras se llevan a cabo unas obras de mejora cuya inversión supera los 550.000 euros.
Cambios todos ellos que ya cuentan con el visto bueno de la Consejería de Educación y del Consejo Escolar, como informó ayer la edil arandina responsable de este área, Cristina Valderas. Si bien reconoció que en las primeras reuniones con los padres del colegio el inspector se mostró "un poco reacio" a retrasar el inicio de las clases, finalmente accedió.
Así las cosas y una vez que el acuerdo con el Icede ya es definitivo, desde ayer mismo los operarios del Consistorio de Aranda trabajan para "solventar algunas deficiencias" en las instalaciones de este centro. Según explicó la concejala, se están pintando cinco aulas, ampliando las luminarias en algunos espacios, así como reforzando el cableado o algún enchufe. A ello se suman otras 10 clases "a estrenar".
Valderas aseguró que el traslado al Icede "ha sido la mejor opción posible", principalmente por la cercanía con el Santa María y destacó que pese al retraso en el arranque escolar, "el trastorno será menor" ya que el inicio coincide con dos días festivos por las fiestas patronales en honor a la Virgen de las Viñas y, habitualmente, son fechas que muchas familias aprovechan para marcharse de vacaciones.
Comparecencia. Por su parte, el grupo parlamentario socialista de las Cortes de Castilla y León solicitó ayer la comparecencia del director general de Centros, Planificación y Ordenación Educativa de la Consejería de Educación ante la Comisión de Educación para informar de la situación de estos alumnos "ante el caos acaecido por el retraso de las obras" en el colegio.