La Junta de Castilla y León ha conseguido clausurar el conocido como ‘criadero de los horrores’ de Melgar de Fernamental. Profesionales del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, en colaboración con agentes de la Guardia Civil y trabajadores del centro canino La Yosa se hicieron cargo ayer de los últimos 14 perros que permanecían en el recinto y completaron así la operación iniciada el pasado 23 de enero. 

El acceso a las instalaciones se realizó con la correspondiente autorización judicial. La Delegación Territorial, que ha impulsado las actuaciones, asume el pago de la alimentación y los cuidados veterinarios de los canes mientras permanezcan bajo la tutela de la administración, si bien la intención final es que puedan encontrar familias de acogida en las que recibir el cariño que aparentemente les ha faltado en estos últimos meses.

En la primera intervención,  tras una inspección visual de los veterinarios de la Junta, se llevaron únicamente los perros que se encontraban en peor estado físico, con heridas externas o extrema delgadez, además de un can de raza potencialmente peligrosa, pues el titular del criadero carece de autorización para ello, según las fuentes consultadas por este periódico.

Veterinarios de la Junta y personal del centro La Yosa. - Foto: Valdivielso

En su regreso a las instalaciones, en las afueras de Melgar (carretera hacia San Llorente de la Vega), funcionarios y guardias civiles se encontraron con muchos menos animales de los que dejaron. Algunos han sido entregados a protectoras pero se tratará de aclarar el paradero del resto.

Durante las inundaciones que sufrió Melgar, el pasado 20 de diciembre, el propietario explicó a este periódico que había 83 animales. La mayoría de los ejemplares tuvieron que ser desalojados por riesgo de que se ahogaran y ya entonces Proanbur se hizo cargo de varios, para los que busca hogar de acogida. Posteriormente, más animales han sido entregados a otras asociaciones, mientras que al centro sufragado por la administración autonómica se han derivado poco más de una veintena. 

La Delegación tiene abierto un expediente sancionador por las condiciones de habitabilidad e higiene. De hecho, en mayo requirió al responsable para que realizase una serie de mejoras. No han sido suficientes, aunque en el recinto se está ejecutando alguna obra estos días, puesto que hay material y una hormigonera junto a una rampa de acceso que en enero no existía.

El dueño, D.O.U., ha sido condenado ya a 1 año de prisión por un delito continuado de maltrato animal y tiene al menos otra causa judicial abierta. El Seprona ha abierto al menos dos investigaciones, la última también por estafa.