La cifra es alentadora y permite que la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Burgos sea optimista. Según los datos de su Observatorio, el 60,6% de los pacientes burgaleses que fueron diagnosticado hace cinco años ha sobrevivido a la enfermedad, lo que significa que se está más cerca del objetivo que la entidad se ha propuesto a nivel nacional, que es llegar al 70% de supervivientes en el año 2030. «Son muchos los factores que influyen en este número como la utilidad de los programas de cribado y, por tanto, el diagnóstico precoz, un mejor equipamiento tecnológico y la investigación que redunda en unos tratamientos muy personalizados, por lo que nos debemos felicitar como sociedad, pero también poner el foco en que no todos los tipos de cáncer tienen los mismos resultados, por eso es imprescindible seguir avanzando en todos estos terrenos», explica la psicóloga de la asociación, Inma Martínez, que lleva desde 1997 ocupándose de la salud emocional de estas personas y sus familias. En 2018 la supervivencia fue del 56,5%, casi cuatro puntos menos.
Al gerente de la entidad, Fernando Ciudad, le cuesta hablar «en abstracto» cuando hay que referirse a las personas que han superado la enfermedad, por lo que pone la intención en que ese porcentaje de supervivientes se traduce en un total de 7.574 personas a las que un día les dijeron que tenían cáncer y que ahora, un lustro después, se han curado o se han transformado en pacientes crónicos con una calidad de vida aceptable.
(Más información, en la edición impresa de este domingo de Diario de Burgos o aquí)