La temporada arrancó de forma anómala para los agricultores de la Asociación para la Promoción de la Alubia Roja de Ibeas. Las lluvias de primavera encharcaron los campos y retrasaron la siembra más de 15 días. «Normalmente empezamos el 15 de mayo, ha habido años que incluso antes, pero era 1 de junio y algunos no habíamos sembrado», cuenta Marta Santamaría, su vicepresidenta, que explica que las precipitaciones de septiembre y octubre han añadido días al proceso. «Otros años para finales de noviembre tenemos vendida toda la producción, este año estimamos que esté listo el 100% para su venta a finales de año, aunque se podrá empezar a adquirir antes».
El retardo de la cosecha no afectará a la calidad de la alubia, «que será excelente como siempre», pero si supondrá un mayor esfuerzo para los agricultores, que deben de hacer a mano el proceso de secado que este año la naturaleza no ha permitido. «No hemos podido entrar antes al campo a recoger porque había agua, además, todavía están húmedas, por lo que el tiempo de tostando una vez recogidas será más extenso», cuenta Santamaría, que aclara que otros otoños un clima más suave ha facilitado que esa maduración ocurra en la propia planta.
La mayoría de los agricultores han comenzado a recolectar hace unos diez días y ya han cosechado entre el 50 y el 70% de la producción total. «A estas alturas, otros años, ya estaba todo recogido, quizá no preparado para su venta, pero ya no estaba en el campo», explica la agricultora, que estima entre un mes y medio y dos meses la demora total del proceso respecto a otras campañas. «La alubia llegará más tarde, pero llegará. Solo habrá que esperar un poquito más para comprarla», anuncia.
Mientras siguen con las labores de cosecha y secado, a las que seguirán las de vareado y selección de las alubias para acabar el proceso con el ensacado, los agricultores observan con cierta preocupación las previsiones meteorológicas. «Anuncian heladas los próximos días y eso puede provocar que lo que aún está en el campo se pierda», relata Marta Santamaría, que en este momento no se atreve a hacer una estimación de los kilos de producción de este año por este motivo. «Creemos que puede haber merma si el termómetro baja de cero. Es un riesgo hacer una aproximación. El hielo puede dañar, pero no sabemos cuánto», comenta.
En agosto sufrieron justo por lo contrario, el calor. Las temperaturas tan altas registradas algunos días provocaron que las flores de las alubias se secaran en ciertas fincas. «Esto supuso entre un 5y un 10% de merma, que ya fue una bajada importante», relata.
La feria, 15 días después. Con este panorama se llegaron a plantear no organizar esta temporada la famosa Feria de la Alubia Roja de Ibeas. «Pero si algo se deja de hacer un año, después cuesta retomarlo», manifiesta Santamaría, que detalla que pensando en los expositores que les acompañan y en toda la comarca han decidido llevarla a cabo. Eso sí, se desarrollará más tarde de lo normal. «Será el 30 noviembre, dos semanas después de la fecha habitual, pero la haremos como siempre», informa.
Lo que no se atreve a aventurar es cuántos kilos de alubias pondrán a disposición de los clientes en la feria, que supondrá el punto de partida de la venta de este sabroso producto. «Ese día habrá alubias, para eso nos estamos esforzando, pero no sabremos cuántas», relata la productora.
Más allá de las que se puedan vender durante el evento que se desarrollará en Ibeas de Juarros, también se podrán ir adquiriendo después en sus puntos de venta oficiales, como son Casa Cuevas, Casa Ojeda, Carnicería Castrillo y Carnicería Cabia. «Después del 30 de noviembre seguirá habiendo alubias, porque aún nos quedará gran parte de la producción por preparar para la venta, proceso que estimamos se alargue hasta finales de este año», expone Santamaría.