De manera paralela al ERE que Ibercaja pondrá en marcha en las próximas semanas, la entidad financiera está implantando una nueva operativa en la provincia de Burgos que tiene como principal novedad la supresión del servicio de atención en caja en sus sucursales. Las dos primeras que se adaptarán a este modelo, a partir de mediados del mes de abril, serán las oficinas de la calle Madrid y de Esteban Sáez Alvarado, donde las operaciones en efectivo que se hacían en ventanilla pasarán a realizarse de manera exclusiva en los cajeros automáticos.
El resto de funciones que se ofrecen en estos locales, tales como solicitar financiación, contratar seguros o invertir continuarán vigentes como hasta la fecha, así como los puestos de trabajo. Las operaciones con dinero en efectivo y atención presencial se desplazarán hasta las sucursales de la calle Vitoria 190, en el caso de Esteban Sáez Alvarado y de la calle Miranda, 5, en el de la calle Madrid.
Hasta la fecha la entidad financiera sí que había puesto en marcha un proceso de reducción de los servicios de atención presencial para temas de efectivo, limitando horarios, pero nunca había dado el paso de suprimirlos de manera definitiva. Se trata de una operativa que arrancó en Zaragoza, donde se encuentra la sede del grupo, y que ya se ha extendido por el resto de provincias donde operan. Este cambio ya se está notificando a los clientes burgaleses de ambas oficinas, que han mostrado su malestar ante la supresión de la atención en caja y la generalización del uso de los cajeros automáticos.
Medio rural. Junto a este cambio, Ibercaja también está anunciando el cierre de las denominadas ‘ventanillas desplazadas’, puntos donde la entidad atendía a vecinos del medio rural uno o dos días a la semana. En los próximos días dejarán de prestar atención en las sucursales de Los Balbases, Arauzo de Miel, Hontoria del Pinar, Canicosa de la Sierra o Peñaranda de Duero. En muchas de estas localidades ya han iniciado recogidas de firmas para evitar el cierre. La inmensa mayoría de sus usuarios son personas mayores, que desconocen por completo la operativa y el manejo de internet para gestionar las cuentas online. Además, se cerraría la puerta a poder sacar e ingresar dinero, teniendo que desplazarse hasta otros municipios cercanos -o llegando incluso a la capital-. En términos laborales, los agentes que acuden a estos pueblos seguirán manteniendo su puesto de empleo.
Por otro lado, desde finales de marzo o principios de abril comenzarán a anunciarse las primeras sucursales cerradas por el ERE.