Aunque han sido varias las ocasiones en las que se han escenificado diferencias en el Gobierno de coalición, esas discrepancias siempre se habían resuelto, si se puede utilizar el término, de manera amistosa. Así fue hasta que la semana pasada el PP ignoró a su socio en relación al texto que deberá regular la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y el concejal de Movilidad, José Antonio López, salió a anunciar que ya tenían lista la ordenanza y que se aprobaría en el Pleno del próximo 19 de abril. Eso sí, lo hizo sin tener en cuenta la opinión de Vox en un asunto especialmente sensible para la formación de Abascal, dispuesta a boicotear los planes del Gobierno de Pedro Sánchez allí donde tienen influencia. Tanto, que el texto de la ordenanza de Burgos deberá ser revisado por Vox en Madrid antes de ser aprobado.
Hace ya aproximadamente un mes y medio o dos meses que un primer borrador de la ordenanza viajó rumbo a Madrid para ser supervisado y ese trayecto tiene que volver a darse con el texto ya definitivo. Vox tiene una premisa y es innegociable: el también llamado 'Burgos Central' se debe circunscribir en sus dimensiones al mínimo legal.
En Vox han defendido siempre que la ZBE debería limitarse a las calles peatonales de la ciudad y no entienden que en la almendra que se ha diseñado se incluya, por ejemplo, la calle Santander, el inicio de la calle Valladolid, San Esteban...
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