La aplicación de la gratuidad de los autobuses urbanos para todos los mayores de 65 años (sin excepción) a partir del 1 de enero se complica. Y ya no tanto porque el equipo de Gobierno va al límite para poder aprobar de manera definitiva la modificación de la ordenanza fiscal que regula los precios del transporte público antes de final de año, como por el hecho de que el margen que va a tener para poder tramitar las nuevas tarjetas desde la aprobación del cambio tarifario hasta el primer día de 2024 es mínimo.

Aunque fue en verano cuando el equipo de Gobierno anunció esta medida, recogida en el programa electoral con el que el PP acudió a las urnas en los pasados comicios municipales, lo cierto es que la modificación de la ordenanza no ha pasado aún por el Pleno para su aprobación. 

El concejal de Movilidad, José Antonio López, avanza que la intención del Ejecutivo es que la Junta de Gobierno del próximo 9 de noviembre apruebe esta propuesta y si nada se tuerce poder votar en el Pleno ordinario del día 17. Pero es que este acuerdo tendrá que publicarse en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y será al día siguiente cuando empezará a correr el plazo de un mes para la presentación de alegaciones.

En el mejor de los escenarios (publicación en el BOP del día 20), la aprobación definitiva del texto en un nuevo Pleno no se produciría hasta el 21 de diciembre. Eso, siempre y cuando no se produzca ningún retraso (en la publicación en el boletín, en dar respuesta a las posibles alegaciones...).

López, no obstante, es optimista y cree que podrá estar aprobada de manera definitiva antes de final de año y que «entre en vigor el 1 de enero». Sin embargo, lo que no puede garantizar, aunque tampoco lo descarta, es que desde el inicio de año vayan a poder viajar gratis en el bus todos los mayores de 65 años.

Lo que sí reconoce es que hasta que la ordenanza no esté aprobada de manera definitiva no se podrán empezar a tramitar las nuevas tarjetas por razones de ámbito «jurídico». Es decir, como muy pronto esta tarea arrancará el 22 de diciembre. Y hasta final de año únicamente quedarán cinco días en los que la Oficina de Movilidad estará abierta al público (los fines de semana y los festivos está cerrada).

Aunque la realidad apunta a que es materialmente imposible (o casi) poder atender la previsiblemente elevada demanda de tarjetas gratuitas en tan poco tiempo, el concejal se aferra a que se desconoce cuántas solicitudes se van a recibir. Y aunque no todas las personas de más de 65 años son usuarias del bus, el INE contabiliza en Burgos más de 41.000 personas a partir de esa edad.

Finalmente llega a afirmar que «si se tiene que aplicar el 1 de febrero no pasaría nada» después de tanto tiempo esperando. Tampoco será fácil llegar a esa fecha.