Solo un restaurante de Miranda abrirá en Nochevieja

Ó.C. / Miranda
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El Carbón organiza una cena para unos 150 comensales, pero «tenemos una lista de espera de setenta personas», aclaran en el negocio. La rentabilidad y la gestión del personal dificultan que haya más oferta

El restaurante prepara una ambientación especial para esa noche, en la que ofrecen una cena de gala. - Foto: A.B.

La Navidad está más cerca. Muchas familias organizan las fiestas con la previsión de acoger en el interior del hogar las celebraciones importantes, pero cada vez hay más personas que optan por salir fuera de sus casas. La falta de espacio, olvidarse de todo el trabajo que conlleva o un simple capricho empujan para tomar esta decisión, aunque no todos cumplirán su deseo. En especial, en la ciudad habrá dificultad en Nochevieja, porque en Miranda solo abrirá el restaurante El Carbón. El cotillón lo dan para «unos 150 invitados», matiza el responsable del grupo Bocca, Txus Conde, quien remarca que «además tenemos una lista de espera de 70 personas».

La rentabilidad o la gestión del personal justifican que no haya más establecimientos que dan esta opción para la última noche del año. El presidente de los hosteleros, Pepe Rey, matiza que «muchas veces resulta difícil que sea rentable, porque son días en los que a los empleados lógicamente hay que pagarles más, pero además la materia prima está muy cara y los menús por lo que se ofrece tienen que ser altos». Además, la gestión del equipo de trabajo también condiciona para tomar la decisión de abrir o no, como apuntan en otros locales grandes de Miranda o de su entorno, como El Pastor o El Horno de San Juan.  

En cualquier caso, en El Carbón preparan todo para ofrecer a sus comensales una cena especial, «de gala, en la que nos lo pasamos muy bien», ensalza el responsable del restaurante El Carbón y también de El Bocca, que abre en otras fechas importantes de las fiestas. Aun así, para Noche Vieja indica que están completos «prácticamente de un año para otro», recalca Conde, quien confiesa que «no usamos todos los salones para dejar algunos listos para el baile posterior y que la gente no se tenga que levantar». 

La decisión la toman porque consideran que así ofrecen un mejor servicio, ya que en este tipo de noches también juega un papel importante qué hacer cuando se acaba el menú, por el que cada persona que acuda al Carbón pagará 130 euros, en los que se incluye la fiesta posterior «con barra libre», puntualiza Conde, que cerrará las puertas del local a las dos de la mañana.

La necesidad de ofrecer un servicio más allá de la mera comida dificulta que haya más negocios que se animen a vivir las campanadas trabajando. «En estas fechas también hay que tener en cuenta que la gente no quiere ir a cualquier sitio», matiza el presidente de los hosteleros, quien recuerda que no todos los establecimientos sirven, «porque en Noche Vieja se espera que haya después un cotillón», recuerda.

Más fechas. La demanda en Noche Vieja existe, pero los cambios de hábitos también se notan en otras jornadas como Navidad o Año Nuevo. En El Pastor y en El Horno de San Juan abrirán en estas comidas, en las que, como sucede en El Carbón o en Bocca, los salones se llenan de familias. La demanda existe y «esas fechas se completan rápido», confiesa Iñaki España, quien admite desde El Pastor que «si abriéramos el restaurante entero lo llenaríamos».

En su caso, disponen de un centenar de plazas con un menú cerrado, como en El Horno de San Juan, donde Beatriz Cardero aclara que tampoco habilitan todos sus salones y acogerán a 120 ó 130 personas, pero matiza que la demanda crece. De hecho, a falta de un mes ajustan los últimos huecos tras alguna cancelación y admite que «nosotros el año pasado tuvimos que decir que no a mucha gente».

En los dos casos recalcan las dificultades para abrir en Noche Vieja, ya que «a todos nos gusta quedarnos en casa», puntualiza España, mientras Cardero ensalza lo importante de gestionar el equipo y mantener un buen servicio «con gente profesional y no nos compensa contratar extras, porque además es muy difícil», declara.