Lo que al ministro Alberto Garzón le quita, a Villamorón se lo da. No siempre salir en The Guardian trae dolores de cabeza. Gracias al corresponsal de este diario británico y de The Observer en Madrid, Sam Jordan, la iglesia ya tiene apodo en lengua anglosajona. The Cathedral of the Moorland, la Catedral del Páramo.

La visita del periodista a la localidad, entre Villadiego y Sasamón, y el artículo publicado el miércoles pasado «están teniendo mucha repercusión», confiesa Pedro Moreno, presidente de la Asociación Amigos de Villamorón, sobre todo en Inglaterra y Estados Unidos. «Nos contactó un señor de Nueva York para hacerse socio y venir este verano a conocer la comarca», apunta.

The Guardian llega cuando ya ha finalizado la campaña de microcenazgo, que de la mano de Hispania Nostra les permitió conseguir 30.651 euros (el objetivo eran 25.000), dinero destinado a rehabilitar el coro y otras zonas del interior del templo. Los vaivenes políticos en la Junta de Castilla y León han retrasado la reunión con Patrimonio (dirección general que correspondía a Ciudadanos hasta que Mañueco rompió la coalición), aunque esperan que se produzca en breve y puedan definir la obra.

Sin embargo, ni la lucha por salvar la iglesia va a terminar mañana ni comenzó ayer. Pedro Moreno  recuerda que llevan casi 20 años y que no todo pasa por recaudar dinero, por lo que agradecen toda ayuda, la que ahora les da este medio internacional y la que desde sus inicios les brinda Diario de Burgos. «Sin ese apoyo de la prensa esta modesta asociación no habría conseguido nada», afirma.