El llamamiento realizado la semana pasada por la Universidad y la comunidad maker de Burgos para fabricar material sanitario con impresoras en tres dimensiones ha tenido una respuesta espectacular. Hasta el día de ayer, voluntarios y profesionales de distintos ámbitos habían creado 2.500 pantallas protectoras, que ya se han distribuido por varios centros tanto hospitalarios como asistenciales.
La primera entrega de estos dispositivos, cuyo modelo está validad por el Sacyl, según fuentes de la institución académica, se llevó a cabo en el HUBU, donde se han depositado ya 693 y está prevista la llegada de otros 500, además de que desde el Hospital Universitario se están enviando a los de Aranda y Miranda. Otras instalaciones destinatarias son centros de salud, asistenciales, distintas unidades como la UME y hospitalización domiciliaria, así como numerosas residencias de ancianos ubicadas en la capital y en la provincia.
Más de 250 personas con 350 impresoras forman parte de este grupo que trabaja bajo la coordinación de la Universidad. Para este cometido cuentan con la ayuda de empresas como Campofrío, que ha dado aportación económica para la compra de material, así como la colaboración de Maniplastic, Grupo Antolín, ITCL, Abadía Tecnológica, Molteplas, Bricoleal, Grupo Pascual, Cerámicas Gala, Carlin o Transformaciones Plásticas Ital. También está implicada la Dirección Provincial de Educación, Fundación Caja Burgos y voluntarios del grado de Terapia Ocupacional.
La entrega de material la están realizando miembros de Protección Civil, bomberos voluntarios de Lerma y Policía Local. El trabajo no se detendrá, ya que ahora se están estudiando modelos homologados para la fabricación de piezas para respiradores y mascarillas. La petición de ayuda fue realizada por la Comisión Europea y el Ministerio de Industria.