La Semana Santa ha vuelto a llenar Medina de Pomar hasta la bandera. Buscar aparcamiento esta tarde cerca de las siete y media de la tarde en que comenzaba la procesión del Santo Entierro se antojaba complejo por no decir casi imposible. Las calles esperaban atestadas de gente el paso del cortejo fúnebre del Santo Entierro que ha vuelto a mostrar el fervor religioso de la ciudad. Los ocho pasos, La Oración en el Huerto, Jesús Atado a la columna, Jesús Nazareno, Jesús Crucificado, La Piedad, La Cruz Desnuda, El Santo Sepulcro y la Dolorosa han ido saliendo puntuales de la Plaza Mayor. Acompañados por sus bandas de tambores, engalanados con flores y portados al ritmo adecuado por sus cofrades han concentrado todas las miradas. Un año más, Toñín Resines también ha acudido a su cita y ha portado la cruz a cuestas ataviado de Nazareno.
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