Los empresarios burgaleses son conscientes de los problemas con los que se están encontrando los centros educativos que imparten Formación Profesional para cubrir las horas de prácticas que tienen que realizar sus alumnos, tal como denunciaron el pasado domingo en este periódico. Por ello, se muestran críticos con la nueva ley que regula estos estudios y exigen al Gobierno central que posponga esa formación en el centro de trabajo o que se retorne a la situación anterior, cuando tenía lugar en el segundo y último curso de los ciclos.
La actual regulación, que ha entrado en vigor este curso, obliga a hacer 90 horas de prácticas en primero de grado medio y 180 en superior, con el único requisito académico de aprobar un módulo de Prevención de Riesgos. A esta falta de conocimientos previos se refiere Miguel Ángel Benavente, presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE), para explicar uno de los motivos que genera reticencias para acoger a estos estudiantes. «Las empresas quieren que vengan formados y que tengan capacidad de adaptación y de aprendizaje», subraya en referencia a un periodo de tiempo que considera escaso y a unas edades excesivamente tempranas para el aterrizaje en el mundo laboral.
Alude Benavente en este sentido a los ciclos de grado medio, con un alumnado de 16 años que puede «no sacar una sensación positiva de esa formación» en el centro de trabajo, a lo que añade que la inmensa mayoría del tejido económico está formado por pymes con menos de tres empleados en el 80% de los casos. «Los que han hecho la ley no han contado con los centros ni las empresas, que son los que tiene que llevarla a la práctica», sostiene, admitiendo la existencia de problemas que hasta ahora no se habían producido en exceso.
La misma opinión comparte el presidente de la Federación de Empresarios del Metal (Femebur), Andrés Hernando, quien defiende el anterior modelo porque «funcionaba bien» debido a que los alumnos «ya tienen una madurez», cuentan con una formación académica previa y «pueden ayudar a las empresas al igual que ellas a ellos de manera más eficiente». Reivindica en este punto el mantenimiento de esa estructura y, de no ser así, aboga por «incentivar de alguna manera a las empresas». Benavente, por su parte, pide posponer la realización de las prácticas de primero a segundo curso acumulando las horas, medida temporal que solo afecta a grado medio y a la que se han acogido algunos centros. Ante esta situación, avanza la necesidad de reunirse con la Junta para «buscar soluciones a un requisito muy difícil de cumplir».