Liuva I, Leovigildo, Recaredo I, Liuva II, Witerico, Gundemaro, Sisebuto, Recaredo II, Suintila, Sisenando, Chintila, Tulga o Chindasvinto. Varios de estos 13 reyes godos -su paso por el trono era en ocasiones más que efímero- fueron coetáneos de los hasta ahora misteriosos ocupantes de los sarcófagos desenterrados el año pasado a los pies de la ermita de Montes Claros, en Ubierna. Bautizados por el director de la excavación, Óscar González (Ades Arqueología), como Howard y Carter en honor al descubridor de la tumba de Tutankamón, ahora se conoce que en realidad son una fornida pareja que vivió hasta 60 años entre los siglos VI y VII.
El sarcófago 1, Howard, contiene los restos de un hombre de entre 50 y 60 años, que medía 1,72 metros de altura y pesaba 69 kilos. En el número 2, Carter ha resultado ser Carteria, una mujer también adulta, de entre 45 y 60 años, con 1,62 metros de altura y 62 kilos, que fue enterrada con un anillo de plata sin inscripción. Los dos individuos son los ocupantes originales y «presentan signos de una fuerte actividad física», según ha podido confirmar el análisis antropológico y las pruebas realizadas en colaboración con José Miguel Carretero, Rebeca García,Alba Navarro yNico Cirotto, del Laboratorio de Evolución Humana de la UBU.
«Ambos sarcófagos fueron coetáneos entre sí o con un lapsus temporal muy corto», recalcan en su informe los arqueólogos Óscar González y Gerardo Martínez, apoyados en el análisis del carbono 14, que data el enterramiento de Howard entre los años 571 y 648, y el de Carteria entre 566 y 646.
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