Contratar la prestación de servicios o de obras por parte de una administración pública exige un procedimiento complejo y garantista, pero en determinadas ocasiones se permite evitar el concurso y así ganar en agilidad. Los denominados contratos menores o 'a dedo' se usan para obras por importes inferiores a 40.000 euros y suministros o servicios por debajo de 15.000 y se siguen empleando con mucha frecuencia en el Ayuntamiento de Burgos, especialmente en determinadas áreas como Cultura, Aguas o Participación Ciudadana, según se desprende de los datos del tercer trimestre hechos públicos hace unos días.
De julio a septiembre se firmaron un total de 345, lo que supone 28 más que en el mismo periodo de 2023, y por un importe de 1.248.834 euros (959.424 euros en 2023). Sí es cierto que se han reducido respecto al trimestre anterior en el que se rubricaron 630 por un importe de 2.387.308 euros. Sin embargo, se sigue usando y mucho esta modalidad en más de un centenar de ocasiones al mes.
Aunque no se exige un concurso, sí es obligatorio la apertura de un expediente administrativo en el que se justifiquen la necesidad y pedir al menos tres presupuestos. De este modo, en los nueve primeros meses del año se han formalizado ya un total de 1.368 contratos menores por un importe de 4.744.740 euros.
La Sociedad Aguas de Burgos sigue a la cabeza en contratos menores con un total de 84 por un importe de 136.060 euros. Muchos contratos son para la adquisición de combustible, piezas necesarias para la realización del trabajo diario, programas informáticos o vinculadas al vestuario
Le siguen la Gerencia de Cultura con 66 y un montante de 346.402 euros. Muchas de las contrataciones son para trabajos de imprenta o contratación de ambulancias para eventos o seguros.
El tercer lugar lo ocupa el área de Participación Ciudadana con 56 y 83.507 euros. Su cometido, fundamentalmente, es la contratación de charangas o la seguridad de las fiestas de los barrios.
La Policía Local y la Sociedad de Promoción se posicionan después con 23 cada uno. La entrada en vigor de la Ley de Transparencia en 2016 obliga al Ayuntamiento de Burgos a publicar de manera trimestral en su página web la relación de contratos menores, su importe y el área a la que afecta y hacer así un análisis de si se trata de una herramienta habitual o reiterativa o cómo evoluciona el gasto derivado de ellos.