Tramitar un permiso de obras o pedir un certificado de empadronamiento se había convertido en un quebradero de cabeza para los mirandeses, ya que el Servicio de Atención Ciudadana solía tardar incluso semanas en dar cita previa y en la oficina tendían a formarse colas que duraban horas.Sin embargo, la incorporación de dos trabajadores hace algunos meses ha permitido aliviar la situación y en la actualidad el teléfono habilitado por la administración municipal permite reservar un hueco incluso en el mismo día. Ahora bien, aún quedan otras áreas delAyuntamiento que sufren la falta de personal, como Cultura y Deportes.
En esta última, fuentes sindicales apuntan a que la falta de monitores va a provocar que «probablemente ni empiecen» los cursos de natación que estaban previstos para noviembre, dado que el Ayuntamiento ha externalizado este servicio con una empresa que dice no encontrar empleados. Además, en el Polideportivo de Anduva existen otros problemas añadidos por el déficit de trabajadores.Por una parte «hay una serie de bajas que nunca se cubren, lo cual genera que haya escasez siempre» y, por otro lado, también se está dando una saturación en el apartado administrativo porque el trabajador que se encarga de estas funciones «no está los lunes, ya que ese día acude a la OMIC».
Desde la plantilla del Polideportivo destacan que esta forma de proceder implica que en la Oficina del Consumidor (OMIC) «no se presta adecuadamente el servicio, porque solo se atiende los lunes y solo hay media hora para pedir cita por teléfono en el mismo horario en el que se está atendiendo». A esto añaden que, por mucho que la labor administrativa en las instalaciones de Anduva sea «invisible», existe mucho «trabajo burocrático que es fundamental y ahora mismo el personal está sobrecargado o desbordado porque se ha recortado ese día de trabajo». Pero estos no son los únicos departamentos en los que se comparten profesionales, ya que en el área de Cultura también ocurre puntualmente.
El titular de esa Concejalía,Carlos Diez, reconoce que uno de los dos conserjes de la Biblioteca Municipal Cervantes «también va a otros servicios cuando hay una baja u ocurre algo, como ahora que está cubriendo unas vacaciones en el propio Ayuntamiento». Si bien es cierto que estas instalaciones «han mejorado un poco la situación porque hace un año solo había dos personas en total y ahora son dos auxiliares y dos conserjes», el edil de IU-Podemos apunta que «se necesitaría al menos otro auxiliar de biblioteca, otro conserje y el bibliotecario para poder dar el servicio bien porque si una persona está de vacaciones, en su horario solo se queda uno para todo el edificio».
Algo similar ocurre en la Casa de Cultura y el Teatro Apolo, dos recintos municipales en los que los técnicos y taquilleros van saltando de uno a otro en función de la programación. Diez explica que en la actualidad «hay cuatro técnicos y dos conserjes en total, que van a las dos instalaciones, pero serían necesarios otros dos técnicos más». Y es que, salvo que se logre esa ampliación de plantilla, el departamento que gestiona ambos lugares tiene «complicado» atenderlos en condiciones salvo si los trabajadores «hacen horas extras para que funcionen los dos sitios a la vez».
Oficina de Turismo. Miranda tiene una Oficina de Turismo, pero en ella no hay personal de ese área. El concejal de Cultura apunta que «la persona que está pertenece a Juventud, al ser informador juvenil, aunque por suerte es alguien a quien le gusta el tema y hace las labores de Turismo, pero se necesitarían otros dos trabajadores específicos para que funcione mejor». La ausencia de estos refuerzos, de hecho, se nota en la práctica, pues el profesional que cubre todos esos huecos ahora está indispuesto y «la oficina está cerrada, por lo que se atiende en elCIMA».