Infinidad de ofertas industriales y tecnológicas sin demanda

ARSENIO BESGA / Miranda
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Miranda Empresas arrastra desde hace meses numerosas vacantes para operarios e informáticos en compañías como Remaelectric o Aciturri. El sector logístico también sufre la escasez de transportistas

Las vacantes en lugares como LogiRail se han terminado eternizando por la falta de programadores. - Foto: A.B.

«Aparte de las empresas que tradicionalmente tiran de la economía mirandesa, a las que tanto hay que agradecer, es cierto que hay un impulso de nuevas empresas en sectores industriales específicos, con requerimientos de mano de obra cualificada y altas remuneraciones, que en algunos casos representan casos únicos en España, como ocurre con Remaelectric o con Tailortech, y también las nuevas tecnológicas, como Bebee o LogiRail, generando puestos de programación, con una incidencia en cuestiones tan relevantes como la retención del talento local, aparte de la atracción de talento de fuera, suponiendo un factor estratégico contribuyente al crecimiento y desarrollo local». En esos términos se expresa el gerente de la oficina de promoción económica municipal, Roberto Martínez de Salinas, aunque reconoce que esta generación de puestos gracias a la captación de diferentes firmas ha provocado un desajuste entre la demanda de mano de obra y la oferta disponible, de tal forma que hay vacantes que tienden a perpetuarse.

El director de la oficina Miranda Empresas explica que «hay puestos cuya oferta es permanente» porque los procesos de contratación abiertos por las compañías han superado el «abastecimiento» que podrían tener a través de la oficina de empleo, algo que implica «la llegada de gente de fuera» o esa «permanencia prolongada en el tiempo» de las vacantes. En la ciudad del Ebro esto afecta sobre todo a la hora de encontrar programadores o cubrir puestos de operarios de mantenimiento, soldadura, mecanizado o electromecánica. Tanto es así, que solo entre compañías industriales como Aitzkoate, Alucoil, Remaelectric o Mecalaser, y las tecnológicas, entre las que están la red social beBee o LogiRail, arrastran desde hace meses más 260 ofertas laborales que no se llegan a cubrir.

Pero también en la logística, ese sector que tanto ha crecido en Miranda durante los últimos años, existen estos inconvenientes. Según los datos que maneja Martínez de Salinas, la oferta «permanente» en este ámbito afecta a la búsqueda de chóferes. Un buen ejemplo de ello se encuentra en Transportes Van Overveld, que está terminando sus instalaciones de Ircio y, como ya adelantó este periódico, sufre mucho para hallar transportistas. Aunque, en realidad, este ámbito mantiene abiertas vacantes para puestos diversos. Y no son pocas, pues entre firmas como TCM, Seur, Aldi, Solain, HT Group o Sealog, en la oficina municipal de promoción económica se están canalizando más de medio centenar de procesos de contratación.

En otros casos la realidad es algo distinta, según cuenta el gerente de Miranda Empresas. Martínez de Salinas apunta que existen ofertas  de la rama industrial para cubrir puestos de tornero, calderero o tubero cuyos procesos de búsqueda de personal resultan«prolongados, debido a que se tardan mucho tiempo en cubrir, pero con el tiempo se van cubriendo, ya sea por la aparición de nuevos perfiles recién formados o por la propia movilidad laboral». En esa categoría, el responsable de la oficina municipal también incluye otros empleos del mundo tecnológico, aunque no vinculados directamente a la programación, sino más bien a la ingeniería, que afectan a empresas de la talla de Aciturri Tech o el Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTME).

Cuestión de tiempo. Pese a que muchas de estas vacantes se hayan quedado abiertas durante tantos meses y, en ocasiones, hasta superen el año de vigencia, en Miranda Empresas mantienen la calma.Su director describe que «si las ofertas no se cubren es porque la demanda empresarial del momento no encaja con la oferta del mercado laboral vigente», pero aclara que esa situación se podrá solucionar «como casi todo, con el tiempo». Entre los mecanismos a los que se agarra Martínez de Salinas para confiar en ese cambio se encuentran principalmente la «formación progresiva adecuada a las necesidades empresariales» y también la «atracción de perfiles profesionales de fuera», ya que, desde su punto de vista, «la movilidad laboral interna a nivel local es un factor no muy deseable, aunque las reglas las marca el mercado».