La imagen de cartones fuera del contenedor resulta habitual en Miranda, aunque el Ayuntamiento tiene habilitado un sistema de recogida en las puertas de los negocios. La concejala de Medioambiente, María Cueva, remarca las facilidades que ofrecen y recuerda que con este método tratan de dejar los depósitos azules para los ciudadanos. Su departamento ha realizado campañas informativas, pero el problema continúa y afirma que «se está empezando a multar». En cualquier caso, hablará con la asociación de hosteleros y de comerciantes para mejorar el funcionamiento de la retirada de cartón.
El castigo depende de la Policía Local y su edil, Pablo Gómez, matiza que los agentes siempre están abiertos a penalizar el incumplimiento de la ordenanza, «y se ha multado tanto a particulares como a establecimientos, porque no se va en contra de nadie». En un local sancionado -donde no prefieren dar más datos- detallan que recibieron una multa «con una fotografía en la que se veía una caja con la etiqueta del negocio». Por eso debe pagar 200 euros, 100 con pronto pago, pero en el establecimiento critican que esa prueba no debería bastar, ya que evidencian que un cliente se puede llevar una caja y tirarla. De hecho, reparan en que a las puertas de su local hay un contenedor y la imagen la sacaron en otra isla ubicada a unos 50 metros.
La responsable admite que antes dejaban los residuos para que la empresa de limpieza las retirara, «pero muchos días no pasaban y terminaban desperdigados». En Librería Eva, en la calle Francisco Cantera, también reconoce carencias. «En verano tengo mucho volumen de cartón y lo sacas fuera y ha llegado a estar tres días y la gente echaba hasta su basura», afirma Silvia Cubillas, quien apunta que hace unas semanas se quejó por el mal funcionamiento y la excusa «fueron las obras de Arenal».
No todo el comercio tiene la misma visión del sistema de recogida de lunes a sábado de 10 a 13 horas. «Desde que la calle es peatonal apilamos el cartón todos juntos y ahora pasan incluso hasta dos veces», afirma Cristina Garcedo en Mercería Dedal, donde apunta que cuando peatonalizaron el tramo «hubo que poner quejas», pero ahora se juntan los negocios de Saturnino Rubio y Fidel García sin problemas.
La ruta de recogida también cuenta con la hostelería, pero los bares lo usan menos, porque «hay veces que lo dejas fuera, está todo el día y termina desperdigado por el aire», afirma Alfredo Selas de La Marimorena. El presidente del sector, Pepe Rey, también admite que la hostelería utiliza menos la opción de la empresa municipal, ya que «si pasaran por las tardes se adaptaría mejor a nuestras necesidades», por lo que en la mayoría de los casos, los hosteleros se encargan de tirarlo al contenedor.