Si Burgos no tuvo el sábado suficiente con el Premio Diario de Burgos de Pintura Rápida, varias localidades organizaron para ayer una edición en pequeño del certamen. El cementerio de Sad Hill, donde se rodó la película El bueno, el feo y el malo, el claustro de la Abadía o el Convento de San Francisco hicieron de Santo Domingo de Silos la localización perfecta para fomentar el arte a pie de calle, encontrar de nuevo la inspiración y dejarse llevar con el pincel y los colores.
Eso hizo Antonio Darias, que ya participó el día anterior en la capital. En Silos descubrió sensaciones que no tiene en Sabadell (Barcelona), la ciudad de la que procede, pues «es agradable pintar en un ambiente tranquilo y silencioso como el de este pueblo», comentó mientras aplicaba las últimas pinceladas a su cuadro monocromático de la plaza de la localidad. En el mismo lugar encontró la inspiración Juan Gallego, que se enteró el sábado en Burgos de la que la fiesta de la pintura continuaba en la provincia, y decidió alargar su estancia antes de regresar a Murcia.
Fueron un total de 45 pintores, menos que en ediciones anteriores, los que se desplazaron al municipio de la comarca de la Demanda, procedentes de diferentes puntos de España como Madrid, Barcelona, Castellón, Valencia, Albacete, Segovia, Murcia, Zaragoza y Cantabria, entre otros. «La idea es hacerlo justo el día después del concurso de Burgos por que así los artistas se pueden acercar hasta aquí con facilidad», apuntó Mónica Rodríguez, de la Fundación Silos y coordinadora del VIII Premio Silos de Pintura Rápida. Aunque sólo 39 participantes entregaron la obra al finalizar la mañana.
El certamen contó con un jurado muy reconocido y especializado, compuesto de galeristas, coleccionistas y directores de proyectos culturales, que se renuevan cada año para no condicionar a los pintores repetidores. El de ayer lo conformaron Lola Martínez, gerente de Casa de Indias; René J. Payo, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Burgos; el artista burgalés Cristino Díez; Cristina Fontaneda, coordinadora del Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo de Valladolid; Miguel Díaz, coleccionista e impulsor de la colección de arte DiGood Collection; Ignacio González de Santiago, coordinador cultural de la Gerencia de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Burgos, y José Carlos Álvarez Celada, creativo digital.
Los jueces emitieron el fallo del concurso a las 19 horas. El primer premio, de 1.000 euros, se lo llevó el cuadro Sad Hill de Miguel Carlos Montesinos Aragonés (Castellón), seguido de Vista del Convento de San Francisco, de Aída Mauri Crusat (Barcelona); Sellado de Bastidores, de Julián Maroto Fernández (Madrid);Tres coronas, de Javier Martín Aranda (Ciudad Real), y Panorámica de Santo Domingo de Silos, de Josep Millás Chía (Barcelona), que quedaron en segundo, tercero, cuarto y quinto puesto, respectivamente.