Juntar oferta y demanda. En el caso del VIII Foro de Empleo de FAE para encajar ese puzzle había que cuadrar los intereses de 44 empresas con las personas que se acercaron hasta el Pabellón Multifuncional de Bayas.El encuentro se celebró ayer en ese espacio donde había disponibles casi 300 vacantes. Desde la organización, dan por cerradas 161 contrataciones, tras casi 1.100 currículums entregados, en una jornada repleta de ilusión entre los candidatos y de expectativas en las compañías que acudieron a la cita.
Ambas partes destacaban lo mismo, lo bueno del contacto directo. «Hay empresas que valoran que seas tú el que dé el currículum, que te presentes y que estreches la mano», explicaba Alexander Stepinski. Uno de los puestos con mayor asistencia fue el de Azucarera, donde buscaban cubrir vacantes principalmente de mantenimiento, tanto para prácticas en sus programas de formación para los recién titulados, como con contratos indefinidos para la gente con experiencia.
«Con estos foros tratamos de tener esa buena relación en las localidades en las que estamos», afirmaba Mercedes Retana, quien admitía que «lo mejor para nosotros es conseguir gente para nuestras fábricas que sean de la zona», en un punto como es Miranda en el que dentro de esta industria reconocen que «la competencia es muy dura». Por eso, todo currículum vale, para ahora o en el futuro, para empresas asentadas como esta o que se dieron a conocer como Tailortech, que lleva un año instalada en Bayas, o para Transportes Van Overveld, que empezará su actividad en su nave de Ircio el lunes.
A puestos como los suyos acudieron cientos de candidatos, principalmente jóvenes. Iker, de 19 años, admitía que «aspiro a conseguir mi primer trabajo y en mi sector parece que sí que hay algunas opciones». En su caso, mantenimiento. David Oseguera también llegó en busca de un contrato similar, aunque él sí que contaba con algo de experiencia. «Siempre se necesita alguien que arregle las máquinas y las mantenga», ensalzaba el joven, quien por su bagaje reflexionaba sobre el relevo generacional en estos departamentos. Diego Bastida, de 25 años, también perseguía «algo de lo mío, porque acabo de terminar el ciclo superior de Construcciones Metálicas y como hay oferta espero conseguirlo», aunque apuntaba que «siempre hay que tener algo de suerte».
Este tipo de ejemplos contaban con un puñado de compañías específicas, aunque no todos los asistentes lo tenían tan claro. Stepinski era uno de esos perfiles que buscaban «una oferta, en realidad en lo que me abran la puerta», reconocía el joven, quien principalmente había trabajado en la industria. Otro de los candidatos, Unai Sánchez, explicaba que tras terminar el ciclo de Imagen y Sonido entraba en un mercado laboral en el que «de lo mío no hay mucho, pero también he estudiado inglés y he visto alguna oferta en una academia en la que necesitan profesor», valoraba.
También había vacantes relacionadas con la logística. Beatriz Paniagua detallaba que «estuve el año pasado y salió un empleo, pero no muy duradero porque es difícil conseguir estabilidad», pero de todas formas optaba a puestos de «almacenaje o carretillera», aunque lamentaba que «está muy difícil porque piden muchos estudios». Sobre los problemas para acceder al mercado, Sánchez también reconocía que «para nosotros es muy difícil entrar porque ponen muchas pegas y piden mucha experiencia».
Los candidatos con más años a sus espaldas también hablaban de inconvenientes. Elisabet Dos Santos o Karina Novaes formaban parte de ese grupo más veterano. «Esta es la cuarta vez que vengo y las veces que he venido he encontrado trabajo, aunque han sido temporales», explicaba Novaes, quien tentaba las ofertas de administrativa. Dos Santos trataba de encajar «en limpieza o almacén, aunque para gente de mi edad es muy difícil», lamentaba.
Últimas llegadas. La cita contó con dos firmas novatas: Tailortech y Transportes Van Overveld. En esta segunda compañía dedicada a la logística cubrieron varios perfiles, pero admitían problemas para cerrar la plantilla de conductores «donde buscamos todos los posibles, porque tenemos una flota muy grande», afirmaban antes de asumir que necesitan «unos quince profesionales». En Tailortech arrancaron a finales de 2023 y detallaban que «trabajamos para el sector ferroviario», para el que hacen partes del interior de los trenes. «Buscamos principalmente pintores industriales», indicaban, con el objetivo de captar «a dos o tres personas» para una planta en la que cuentan con más de una veintena de empleados.