En la Policía Local ya lo tenían en la cabeza, pero la sucesión de atropellos mortales puso la compra de nuevos radares en lo más alto de la lista de tareas pendientes. Hace un año que la concejalía de Seguridad Ciudadana dio luz verde a la medida, pero Hacienda no lo incluyó en las diferentes modificaciones presupuestarias de este ejercicio. Sí que habrá una partida reservada para la compra de una decena de dispositivos en los presupuestos municipales de 2023, los cuáles deberán estar aprobados de manera definitiva el próximo mes de enero. Será entonces cuando puedan obtener los cinemómetros.
En un principio, y después de dos atropellos mortales en menos de un mes, Seguridad Ciudadana valoró la adquisición de 15 nuevos radares. Sin embargo, cuando acudieron al mercado se dieron de bruces contra una realidad que desconocían: los precios se habían duplicado. Hay dispositivos que rozan ya los 40.000 euros, una cantidad que obligó a reducir a diez los aparatos a comprar.
Una vez presupuestados, la edil de este área, Blanca Carpintero, buscó incorporarlos a la modificación presupuestaria del mes de mayo, pero no fue posible. Tampoco en la del pasado mes de septiembre, pero Hacienda prometió incluir la partida en los presupuestos de 2023. El dinero está reservado, pero por el momento no saben cuánto será. De esta cantidad dependerá si finalmente son diez o, por el contrario, se ven obligados a comprar algún radar menos.
Lo que no está decidido es dónde se ubicarán los nuevos dispositivos, si bien la jefatura de la Policía Local ya tiene una idea aproximada de dónde urge más. Parece necesario la instalación de uno o varios en vías con carriles de 30 y 50 kilómetros por hora. Son tres con estas características, la avenida del Arlanzón, la avenida del Cid y la calle Vitoria.
En este último emplazamiento, el intendente del cuerpo municipal, Félix Ángel García Llorente, ya manifestó hace unos meses que harían falta al menos dos, uno en el tramo entre Esteban Sáez Alvarado y la plaza del Rey, y otro antes de llegar al Cid. También ve urgente ubicar alguno más en zonas donde se han producido atropellos mortales o muy graves. Cabe destacar que la avenida de Castilla y León es la que más incidentes de este tipo acumula en lo que vamos de año.
Pero también urge controlar la velocidad en vías donde los turismos suelen alcanzar velocidades muy superiores a los máximos permitidos para las áreas urbanas. En viales de la ronda interior, como en las avenidas Alcalde Valentín Niño o Islas Baleares, se han llegado a superar los 100 kilómetros por hora, por lo que también se baraja allí la colocación de algún dispositivo.