Un tema de salud le hizo parar en seco el año pasado. La miocarditis aguda que le diagnosticaron le obligó a mantener reposo y la gira de grandes aforos tuvo que cancelarse. Recuperado de la dolencia, Manolo García ha retomado su gira deteniéndose ahora en escenarios de teatro, con aforos más reducidos hasta que pueda afrontar otros espacios más grandes: «Los médicos me han recomendado que empiece poco a poco, sin tensar la cuerda del arco, y así he pensado hacerlo», afirmó al volver a la carretera.
«Desde tiempos de El Último de la Fila me he recorrido este país en todas direcciones realizando la tarea que yo llamo 'técnica del vendedor de enciclopedias', que como sabemos es puerta a puerta. Es decir, no me he dejado ni una provincia sin visitar para cantar mis canciones, atendiendo con sumo agrado a la supuesta y luego verificada idea de que teníais algún interés en escuchar mi cancionero», contaba en esa misma misiva, y así debe ser porque dentro de esa gira por teatros, esta noche el músico de Los Burros y Los Rápidos se detiene en el escenario del Fórum para el que ha agotado las localidades, como le está ocurriendo en todas las ciudades de la gira.
El catalán vuelve a Burgos con su banda siete meses después de pasar por aquí para hablar de arte, compartiendo con el pintor Julio Vaquero una conversación sobre Crear en el siglo de la inteligencia artificial en la sala de exposiciones Pedro Torrecilla, de la Fundación Círculo, donde el segundo mostraba su obra. Ahora falta que Manolo García, que además pinta, muestre quizá también allí la suya.
Pero esta noche acude con los sueños hechos canciones que le han dado de comer desde hace décadas, con los temas que abarcan sus discos desde Arena en los bolsillos a Mi vida en Marte y que para muchos son emblemáticos como Nunca el tiempo es perdido, Pájaros de barro, Niña Candela o Es mejor sentir. Lo hace además mientras sus seguidores están pendientes de la publicación en 15 días de 24 versiones de El Último de la Fila interpretadas por un dúo que lleva 25 años separado. Manolo García y Quimi Portet lo han llamado Desbarajuste piramidal y viene a ser el reencuentro de dos amigos que se lo pasan bien haciendo música y han decidido regresar, aunque solo sea en disco, al lugar donde fueron felices, como ellos mismos han reconocido. En ese disco sonarán de otra manera Insurrección, Aviones plateados, Mar antiguo, Llanto de pasión, Mi patria en mis zapatos...