Alessio Lisci ha firmado la cuarta mejor primera vuelta del Mirandés en el fútbol profesional y ha conseguido que las dudas del principio se conviertan en ilusión. A estas alturas, el técnico rojillo tiene a su equipo en la decimotercera posición con 28 puntos, a solo cinco del play off y con seis de margen sobre los puestos de descenso. Solo en las campañas 2014/15, 15/16 y 19/20 consiguió superar estos registros.
Al Mirandés le suele costar arrancar en los últimos tiempos porque apuesta por proyectos plagados de jugadores jóvenes y con mucha gente nueva, de ahí que la primera vuelta de esta campaña tenga más valor, si cabe. La progresión de los jabatos con el transcurrir de las jornadas ha sido más que notable. En los diez primeros partidos, encajó seis derrotas y coqueteó con los puestos de descenso, pero a partir de ahí su crecimiento ha sido meteórico. De los últimos 11 compromisos ligueros, ha perdido únicamente uno, mejorando de forma importante en defensa. De hecho, no encajó ni un solo gol en los últimos cuatro.
Esa evolución convierte al equipo dirigido por Lisci en un conjunto peligroso de cara a la segunda vuelta, en la que se espera que dé continuidad a esa mejoría, ya que los jugadores conocen más la filosofía del entrenador, se conocen más entre ellos y están más adaptados a la Segunda División, una categoría que era nueva para la gran mayoría.
Cabe recordar que, aunque pueda parecer un objetivo demasiado ambicioso, se encuentra a tan solo cinco puntos del play off de ascenso y, si muestra la solidez de los últimos duelos, puede convertirse en un candidato para estar en esa lucha. Son cifras muy similares a las del curso 20/21, cuando estaba entrenado por José Alberto López, pero en aquella ocasión se acabó desinflando en los últimos meses de competición.
Hay que remontarse a la campaña 2014/15 para encontrar la mejor primera vuelta del Mirandés en Segunda. Bajo las órdenes de Carlos Terrazas, los jabatos llegaron al ecuador de la liga octavos con 31 puntos, a uno del play off, y se quedaron a las puertas de pelear por el ascenso, pues al final acabaron a tan solo 2 puntos del Zaragoza, sexto clasificado.
Un año después, en el curso 15/16, terminaron la primera vuelta undécimos con 29 puntos y, en su regreso a Segunda tras dos años en Segunda B (19/20), también realizaron una temporada muy sólida y cerraron la primera mitad de la liga en décimo lugar con 31 puntos.
Solo en esas tres campañas (14/15, 15/16 y 19/20) lograron superar los registros de la presente, en la que el talento ofensivo y la mejoría defensiva de las últimas jornadas invitan a soñar con cotas mayores.