Cuando alquilar o adquirir una vivienda exige un ejercicio doméstico de ingeniería financiera los bolsillos de los ciudadanos se estresan al máximo. Sobre todo, si la tendencia alcista del mercado no es proporcional al crecimiento de los salariosy menos en un periodo inflacionista como el actual.
El precio del alquiler se ha acostumbrado a pulverizar récords en los últimos meses hasta incrementarse en un 20% en apenas cinco años, un lapso de tiempo en el que el salario medio de la provincia apenas ha aumentado el 10%. Esa desproporción enciende las alarmas por sus posibles consecuencias.
A la espera de que la Agencia Tributaria actualice el informe de 'Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias', los últimos datos oficiales del Estado reflejan que las retribuciones de los 150.447 asalariados de la provincia promedian 23.000 euros, por los 20.800 euros calculados cinco ejercicios antes. La última tabla de la Seguridad Social sobre las bases de cotización establecía que el sueldo mensual bruto de un asalariado en la provincia se sitúa actualmente en los 2.229 euros, por los 2.142 del pasado año.
Del mismo modo, las cifras compartidas por el portal especializadoIdealista destacan que solo en el último año los precios del alquiler han crecido un 10,7% en la capital. En este momento, una vivienda de 80 metros cuadrados puede superar los 700 euros al mes en un mercado cuya oferta está saturada.
«Esta situación es una aberración y negarlo es condenar a una parte de la sociedad a la precariedad», resume Juan Núñez. El secretario provincial de Comisiones Obreras hace hincapié en una urgencia que comparte el gerente de la Cámara de la Propiedad. «Esto puede derivar en situaciones muy complicadas», resume José Muñoz Plaza.«El precio de la vivienda se ha incrementado notablemente en los últimos años y ahora hay más demanda que oferta», añade.
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