Es una fuente histórica, con leyenda incluida. En su día, hace ya mucho tiempo, se hallaba enclavada en un paraje idílico; tan ese así, que era habitual que la burguesía capitalina se acercara allí a merendar y pasar las tardes de los veranos. Pero de la Fuente del Rey de Rubena hace ya mucho que no mana el agua, riquísima en hierro, de ahí que el Borbón Alfonso XII, cada vez que visitaba Burgos, exigía que le llevaran tinajas por doquier; y los árboles -unos preciosos e impresionantes tilos- que la escoltaban, así como la bucólica pradera en la que estaban enraizados, ya no existen. Se lo ha llevado todo por delante el progreso, si por tal se puede entender a las tardías obras de infraestructuras viales que se han ejecutado en el entorno de esta villa en los últimos años.
Hace más de un año que los vecinos de Rubena denunciaron que esas obras habían secado la fuente, a la que se tiene mucho cariño en el pueblo, una gran vinculación sentimental, como siempre ha recordado María, una de las mayores del pueblo. La reordenación vial ha dejado la fuente aislada: no se ha pensado siquiera en un paso por el que puedan atravesar sin peligro quienes quieran visitarla. Según se dijo en su momento, existía el compromiso por parte de la empresa adjudicataria de la obra y del propio Ministerio de Fomento de que, una vez concluida la actuación, se realizarían las labores oportunas para que de la fuente volviera a manar el agua.
Se sabe que esas aguas proceden de la zona de las minas que están en Olmos de Atapuerca. Fue comenzar las obras y secarse el manantial.El compromiso, el plan, según se dijo en el pueblo, pasaba por que si no volvía a salir el agua de forma natural se realizaría una captación de un pozo cercano y se entubaría hasta la Fuente del Rey, toda vez que se trata del mismo manantial, aunque ese pozo mane unos metros más arriba. El proyecto de la obra ya dejaba claro que la fuente iba a quedar entre una vía de servicio y la Nacional-I, aunque en un principio se cargaba directamente la fuente. Pero eso se cambió, se modificó, planteándose un acceso peatonal desde la vía de servicio. «Hemos exigido desde el Ayuntamiento varias veces tanto a la empresa como al Ministerio que tienen que dejar arreglada la fuente y acondicionado su entorno, que está hecho un desastre», explica Ismael Ruiz. «Y hay otras cuestiones que aún están por rematar, y estamos reclamando que lo hagan.Aunque lo parezca, la obra no está terminada aún», apostilla.
Los vecinos de Rubena esperan que la rehabilitación de su querida fuente no caiga en el olvido. «Para nosotros tiene una gran importancia, es algo sentimental. He pasado mucho tiempo de mi vida allí», recordaba estos días María, que no deja de acordarse de lo bonito que era aquel lugar ni de las veces que tuvo que ir a por agua siendo niña, porque si no lo hacía, no se comía en su casa. Era una exigencia paterna. Otro recuerdo que permanece intacto en la privilegiada memoria de esta vecina de Rubena es el que compartía con otros chavales del pueblo: pasaba por rebuscar las sobras de los almuerzos y las meriendas que solían dejar en el entorno los señoritos de la ciudad, aquellos que se acercaban en carruajes tirados por caballos o en los primeros automóviles.
Cuando el agua corriente llegó a las casas de Rubena hubo muchos vecinos que no dejaron de acudir a coger agua a la Fuente del Rey.Y lo hubieran seguido haciendo, pero hace ya más de un año que no sale agua por su caño. El entorno de la Fuente del Rey, que fue secularmente un paraje bellísimo, ha sufrido muchísimo en los últimos tiempos. Las infraestructuras viarias lo han condicionado sobremanera, y ya no es ni de cerca el bucólico lugar que llegó a ser. Ahora, además, presenta una imagen lamentable, de total abandono: la maleza se está comiendo el lugar, que además parece haberse convertido en una suerte de estercolero para restos de las obras que allí se han ejecutado.
Además, hace dos años fueron talados a traición varios tilos que escoltaban la fuente y que eran un orgullo para el pueblo, toda vez que se hallaban en el conocido como Camino Real de Francia. Aquella tala indignó sobremanera a los vecinos, que llevan años trabajando por reforestar el entorno con especies autóctonas. Tan es así, que en el momento de la tala se estaba cogiendo la genética de estos históricos árboles, largamente centenarios, para poder repoblar con ellos mismos.
Desde 1790. En el estudio Las aguas minerales como patrimonio hidrogeológico histórico de la provincia de Burgos, firmado por José María Ruiz Hernández y José Ángel Díaz Muñoz, del Instituto Geológico y Minero de España, se explica que la Fuente del Rey fue levantada en 1790 y que es mencionada en el 'Tratado completo de las fuentes minerales de España' del año 1853. «Sobre su situación se decía: la fuente de agua mineral llamada del Rey, está situada a un tiro de bala de la población, a la derecha del camino real, y tocando con él. Y en cuanto a su composición se mencionaba que: el Dr. Bonifacio Gil y Rojas , ilustrado médico titular de la ciudad de Burgos, ha practicado en 1849 un análisis de esta agua… correspondiendo por su temperatura a las frías y por su composición química a las ferruginosas carbónicas. De sus usos e indicaciones también se escribía: Se usan solo en bebida y en chorro. La temporada es de 1º de mayo a fin de septiembre. Acreditado este manantial en el siglo anterior por la curación de un canónigo de Burgos que padecía de mal de orina, arregló esta fuente el Ilmo. Sr. Arzobispo de Burgos D. José Rodríguez de Arellanos, que también experimentó alivio en enfermedad análoga».