Vivir en una ciudad histórica permite disfrutar del patrimonio cada día, pero también tiene sus inconvenientes a la hora de realizar obras. Es lo que ha sucedido con el proyecto de instalación de nuevos contenedores soterrados en el centro histórico. Después de poner en marcha las obras, el Ayuntamiento se verá obligado a buscar emplazamientos alternativos para dos islas ecológicas, la ubicada en la plaza de Capitanía y la del principio de la avenida del Cid tras la aparición de restos arqueológicos. A ellas se suma la que ya se descartó en San Esteban, pero que se solventará colocándoles en superficie. 

El mes pasado la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta no autorizó al Ayuntamiento a retomar los trabajos para instalar los nuevos contenedores soterrados de la plaza Alonso Martínez e instó a buscar otra ubicación para la conservación de restos de muros de una antigua edificación de la que se desconoce su datación y que en todo caso en anterior al siglo XIX. La Concejalía de Medio Ambiente remitió posteriormente un informe con aportaciones de las diferentes secciones municipales (Ingeniería, Movilidad, Aguas...) en el que se justificaba la necesidad de mantener la ubicación elegida alegando la necesidad de dar un servicio de recogida de residuos a las viviendas y negocios de la zona y se confiaba que en la Comisión Territorial de Patrimonio, que se celebrará a mediados de mes, se diera el visto bueno. 

Sin embargo, la ponencia previa que prepara el orden del día ha remitido un escrito al Ayuntamiento en el que insiste en que la preservación de los restos es fundamental. De este modo, desde la Concejalía de Medio Ambiente se intentará buscar una solución que podría pasar por mover los soterrados unos metros, pero ello obligaría a 'retocar' las terrazas de la zona. Ponerlos en otra ubicación complicaría la recogida, dado que los camiones tienen la carga lateral a la derecha y no sería rentable adquirir un nuevo camión solo para esta isla. Así las cosas, la empresa Herrero Temiño procedió ayer a tapar la zanja, dado que las catas realizadas con anterioridad no dieron con los restos y fue ya avanzada la obra cuando se descubrieron. 

Una situación similar se ha vivido en la isleta prevista al comienzo de la avenida del Cid. Los trabajos arrancaron la semana pasada y cuando se empezó a hacer la zanja se descubrieron restos de muros y pavimentos que podrían ser del antiguo convento de San Ildefonso que fue construido por el obispo Alonso de Cartagena a mediados del siglo XV y en 1839 pasó a manos militares y se destinó a parque de Artillería. En 1857 se derribó la iglesia y se construyeron nuevos barracones, pabellones y talleres; cambiando por completo la fisonomía del convento. Al intuirse que iban a salir más restos se decidió dar marcha atrás y tapar la zanja. Ahora también se tendrá que buscar otra ubicación, quizás en la misma avenida del Cid. 

En el caso de San Esteban se ha optado por colocar los contenedores en superficie.