La Fundación Lesmes, entidad que trabaja en la reinserción de colectivos en exclusión social a través de diferentes programas, varios de ellos de economía social, acaba de dar un paso hacia adelante en innovación. La marca que comercializa desde 2015, Morcillas Lesmes, ha puesto en el mercado hace unos días una variante de este embutido burgalés que ha dado en llamar 'Morcilla Latina', un producto que a los ingredientes habituales le ha incorporado ajo, menta y una serie de especias que el gerente de la empresa, Jesús Barriocanal, no quiere desvelar. Este joven, graduado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos  y máster en Seguridad y Biotecnología Alimentarias en la UBU, bromea diciendo que es como la fórmula de la Coca-Cola, «que no se desvela» pero que está seguro de que va a tener éxito porque las catas previas que han realizado y su presentación en el congreso San Sebastian Gastronomika -a través de Promueve Burgos- les han dejado, como dicen los futboleros, muy buenas sensaciones.

Barriocanal se incorporó a Morcillas Lesmes el pasado mes de abril y en apenas unas semanas ya tenía el encargo sobre la mesa de conseguir una morcilla 'diferente' que les pudiera desmarcar del resto. Y aceptó el reto. «No niego que al principio fuera duro porque acababa de llegar y tenía que aprender cómo era la empresa y a organizarme pero enseguida lo saqué adelante y cuando tuve un poco más de calma empecé a pensar. Hubo una primera prueba con guisantes y cilantro pero no funcionó; la siguiente llevaba demasiado arroz y quedaba muy dura y después empecé a jugar con las texturas y los sabores de las especias», relata ante Miguel Santos, presidente de la Fundación, que añade que durante todo el tiempo recibieron el asesoramiento de la comunidad latina asentada en Burgos.

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