30.000 móviles y equipos de Burgos, expuestos a 'ciberestafas'

G. ARCE / Burgos
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El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) detectó en el último año hasta 9.000 equipos y sistemas vulnerables más que en el ejercicio precedente, disparándose las suplantaciones en estafas económicas

El abanico de suplantaciones y engaños digitales a través del móvil y el ordenador se ha multiplicado y renovado extraordinariamente en los últimos tiempos. - Foto: Javier Pozo

Una red de ciberdelincuentes fue desmantelada la pasada semana por la Guardia Civil tras estafar miles de euros utilizando como cebo mensajes falsos en Whatsapp y en otras redes digitales para captar a sus víctimas. Las detenciones se realizaron en Cataluña, pero los delincuentes estaban vinculados a las mafias internacionales que se mueven en este submundo digital que no conoce fronteras. De hecho, una parte de los engaños y de las víctimas se localizaron en Burgos.

Días antes, Tráfico alertaba de la generalización de una campaña de fraudes digitales en mensajes de móvil, en los que se utiliza como gancho el pronto pago de supuestas multas registradas en calles urbanas por las que hay que circular a 30 kilómetros por hora.
El Incibe reconoció que estábamos ante un gancho muy efectivo y usado con éxito, dada su proliferación. Advirtió, asimismo, que pronto se activarán -ya lo están- los fraudes vinculados a la campaña de la renta en los que una nueva y más sofisticada suplantación de la Agencia Tributaria solicita datos personales y pagos urgentes a los ciudadanos incautos.

Estos son algunos -habrá muchos más- de los casos recientes del creciente fenómeno de la ciberdelincuencia, cada vez más presente en el día a día del ciudadano y de las empresas. El último balance anual del Incibe ofrece un dato ilustrativo de la situación: en 2024 se detectaron 30.559 equipos y sistemas vulnerables relevantes localizados en Burgos, lo que supone casi 9.000 incidentes más que en el año precedente. Se trata de un alto incremento de las vulnerabilidades del 41,2% en la provincia.
Son equipos (ordenadores, tablets y móviles) de particulares u organizaciones en los que se ha detectado algún tipo de riesgo de seguridad, siendo susceptibles de ser explotados por ciberdelincuentes para acceder a redes o provocar incidentes.

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