«Vamos a recurrir a la Audiencia Provincial, vamos a luchar hasta el final aunque nos tengamos que endeudar, seguimos luchando». Con esta contundencia anunciaba Alicia Puertas, la madre de Lucía del Mazo, la decisión que había tomado la familia tras el último auto en el proceso judicial contra el condenado por provocar el accidente que le costó la vida a su hija en la avenida Castilla de Aranda de Duero en febrero de 2018. «No íbamos a seguir con esto, porque ya son muchos años y queríamos pasar página, pero lo hemos en la familia y no queremos tirar la toalla, no nos parece justo que no entre en la cárcel», explica Puertas.
Según argumenta, aunque la pena de prisión sea inferior a dos años, «si la jueza quiere, podría entrar en la cárcel por la gravedad del accidente y sus consecuencias, que se llevó una vida por delante». Además, la madre de la víctima reconoce que no se sienten bien tratado por la magistrada que ha llevado el caso. «Nos hizo declarar el día 2 de diciembre cuando ella ya tenía su última sentencia el 14 de noviembre, nos ha hecho pasar mal otra vez para nada, ella ya lo tenía decidido», lamenta Alicia Puertas.
En este último auto, tampoco se tiene en cuenta la petición de la Fiscalía para que el condenado realice una serie de trabajos sociales dentro de su pena, denuncia la madre de Lucía del Mazo. El Juzgado de lo Penal número 2 de Burgos decretó la suspensión de la pena de prisión de dos años impuesta a J.M.A. porque «no puede tener como única finalidad la sanción, ni el alivio del dolor de los perjudicados», además de argumentar que carece de antecedentes, no existe «peligrosidad criminal» y pidió perdón por lo sucedido en la sala de vistas, además de abonar «una cantidad superior de dinero con la finalidad de hacer lo único que ya podía».