El antiguo Hospital Militar supone para la Universidad de Burgos un lugar privilegiado para albergar los estudios de Medicina, ya sea el grado como tal o una facultad creada al efecto, dependiendo de lo que finalmente se decida en este aspecto académico. De hecho, trabaja ya en el estudio de las distintas dependencias del complejo que aún se encuentran cerradas y, por tanto, sin adecentar para la función docente, así como en las estimaciones económicas que conllevaría su reforma y sus alternativas de uso. La opción final dependerá de la financiación que llegue de la Junta.
Los dos edificios históricos con acceso desde el paseo de los Comendadores se convierten el objeto principal de atención para la institución académica. Se encuentran cerrados desde el año 2000, ocupan una superficie total de 3.000 metros cuadrados y requieren de una profunda restauración, lo que dispara su presupuesto hasta los 7,5 millones de euros, según los cálculos iniciales. Considera que son numerosas las posibilidades que ofrecen en lo que respecta a su adecuación como aulas, despachos, servicios administrativos o zonas comunes, con la ventaja de que presentan una «estructura adecuada» para este fin debido a que «no existen pilares en medio».
El más cercano al centro sociosanitario Graciliano Urbaneja dispone de 1.300 metros y antiguamente estaba íntegramente dedicado a uso administrativo, mientras que el siguiente se conocía como 'los tribunales' por contar en su planta baja con los despachos médicos en los que se evaluaba a los jóvenes llamados a cumplir el servicio militar obligatorio. El piso superior se repartía en dos viviendas para mandos y también dispone de un sótano. Ambos se encuentran unidos por una antigua puerta de carruajes. La intención de la UBU pasa por mantener esa entrada como acceso principal a los dos edificios y abierto al paseo de los Comendadores y al interior del recinto, bajo un concepto similar al del Hospital del Rey, distribuyéndose desde ese punto las distintas dependencias académicas. De llevarse a cabo esta idea, muestra su confianza en el Ayuntamiento para que urbanice la citada calle.
El equipo de Gobierno, con el rector, Manuel Pérez Mateos, al frente, ve estas dependencias como las «más adecuadas» para albergar la nueva titulación, si bien reconoce que la decisión final está condicionada a la financiación que destine el Gobierno autonómico para implantar el grado. En este sentido, deja en un segundo plano la premura de los plazos para su puesta en marcha, prevista para septiembre de 2026, al considerar que su rehabilitación «puede llevarse a cabo por fases» y que este curso se ha puesto en funcionamiento un nuevo aulario que podría dar cobertura a los primeros estudiantes de Medicina.
No obstante, la reforma de estos inmuebles no es la única alternativa que baraja la Universidad. El pasado miércoles, cuando se anunció la aprobación de la nueva y anhelada titulación, Pérez Mateos ya hizo referencia al único de los barracones del antiguo complejo hospitalario que queda por acondicionar al ser el último que cedió la Junta a la academia y que cuenta con 900 metros. Su reforma, según los cálculos del Vicerrectorado de Campus, costaría 2,3 millones de euros.
Estas opciones de emplazamiento no figuran en la memoria del grado que se remitió a la Consejería de Educación en abril del año pasado al contemplarse en ese momento, según fuentes de la institución, la alternativa de poder utilizar el llamado pabellón 3 (anejo a la actual sede de la Facultad de Ciencias de la Salud), que se encuentra en «mejor estado», pero que Junta reformará finalmente para aglutinar todas las oficinas de la Gerencia de Servicios Sociales.
Recursos prioritarios. En ese documento sí que se contemplan los laboratorios que requieren estos estudios, concretamente los de microscopía y diagnósticos no hospitalarios, el de diagnóstico clínico por imágenes y la sala de disección anatómica, con un montante global de 785.000 euros. Se trata de instalaciones prioritarias para la puesta en funcionamiento de la titulación y la previsión de la UBU pasa por que se ubiquen junto al hospital de prácticas de la Facultad de Ciencias de la Salud, en un espacio que no se usa y cuyo acondicionamiento ascendería, según las últimas estimaciones de la academia, a 1,5 millones de euros.
Por el momento, todas las alternativas están abiertas, si bien los responsables académicos recuerdan que se trata de edificios de propiedad de la Junta, además de hacer hincapié en la falta de espacios que presenta el campus tras la incorporación de nuevos grados como el de Psicología o Diseño de Videojuegos, con sede también en el mismo recinto. De hecho, remarcan que aún quedan por implantar dos años de la primera y que todavía no se ha podido hacer efectivo el traslado de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Económicas a la de Humanidades y Comunicación, ubicada junto a Ciencias de la Salud. Fue a finales de 2013 cuando el Gobierno regional cedió a la Universidad 40.000 metros de este complejo sanitario.