Los últimos avances en la actual campaña de excavación de la ciudad romana de Flavia Augusta, centrada en una segunda construcción situada en la zona alta del yacimiento, sacan a la luz una edificación que conserva dos aljibes depósitos en los que se almacenaba agua- que conservan en buen estado las escaleras 2.000 años después de su construcción. El importante hallazgo aclara que desde el inmueble en el que actualmente trabaja el equipo de arqueólogos liderado por Esperanza Martín se «abastecía de este bien tan preciado a la población», expone a este periódico la experta.
Las prospecciones realizadas anteriormente en un pequeño área incluido en las «más de diez hectáreas de terreno» que la directora calcula que ocupó el asentamiento durante siglos desvelaron que se trataba de un lugar que podía resolver ciertos misterios, y aunque por el momento desconocen si concuerda con una vivienda de uso particular o un edificio público, a pesar de que las «características correspondan más a uno de utilidad popular», según Martín, ese dato se confirmará en el caso de que las dimensiones de la excavación se incrementen en dirección oeste en futuras campañas. «Si comprobamos que pasaba una calle cerca queda claro que los habitantes acudían aquí a recoger agua», sostiene Martín.
En las últimas semanas de labor han dado con un edificio «bastante complejo» con una zona de muro doble que sustenta una «estructura de grandísimas dimensiones», aclara la arqueóloga. Se ha alcanzado el nivel freático -el superior de una capa freática o de un acuífero general- en todo el sondeo a más de dos metros de profundidad y las columnas talladas localizadas entre los restos indican que los constructores las «cogieron de otros edificios más antiguos».
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