El retrato del hasta ahora hombre fuerte de Martínez Almeida muestra un perfil poco amable. Los hechos oscuros y controvertidos pueblan su biografía. Condenado a cuatro años de prisión por el accidente en Cuba que acabó con la vida de disidente Oswaldo Payá, el popular Ángel Carromero añade ahora otra polémica en su currículum tras su dimisión en un cargo de la Alcaldía de Madrid por el presunto espionaje a Díaz Ayuso.

Carromero es el primer cargo que renuncia como consecuencia de las guerras políticas del PP por el control del partido una vez que su nombre salió a la luz en las informaciones que le involucraron en el supuesto espionaje encargado por Génova contra la presidenta de Madrid. Su dimisión como director general de Coordinación General de Alcaldía de Madrid sentencia la trayectoria ascendente que llevaba en los últimos años. 

Su carrera política arrancó cuando Casado fue presidente nacional de Nuevas Generaciones (2005-13) y él fue nombrado vicesecretario general de NNGG del PP en Madrid. Sin embargo, su nombre se hizo mundialmente famoso cuando el 22 de julio de 2012 durante un viaje a Cuba, sufrió un grave accidente de circulación cuando conducía un vehículo que chocó contra un árbol. Fallecieron el líder opositor Oswaldo Payá y el disidente Harold Cepero, y resultó ileso un político sueco. Acusado por homicidio imprudente, fue condenado a 4 años de prisión.

Meses después, el Gobierno español alcanzó un acuerdo con el cubano para que Carromero cumpliera la condena en España.En 2013, Carromero ya había recuperado su vida política y prueba de ello es que fue nombrado secretario general de NNGG de Madrid ese año. Tras obtener la condicional en 2015, llegó a jefe de gabinete de Almeida y luego fue director general de Coordinación General de Alcaldía tras la victoria electoral del PP. Su último capítulo de fontanería es el espionaje a Díaz Ayuso.