¿Siguen vivos los estereotipos de género en el siglo XXI?

SPC
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Los hombres se identifican con rasgos asociados a la masculinidad como la competición, el riesgo y el liderazgo, mientras que las mujeres lo hacen con atributos como la empatía y la preocupación por el bienestar de los demás

Marta Fraile, coinvestigadora del estudio que recoge el Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”. - Foto: SPC

El Observatorio Social de la Fundación "la Caixa", analiza en el estudio titulado ¿Siguen vivos los estereotipos de género en el siglo XXI? la atribución de rasgos de personalidad entre hombres y mujeres. La investigación, liderada por Marta Fraile, del Instituto de Políticas y Bienes Públicos (CSIC), y Paula Zuluaga, del Departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), se basa en una encuesta realizada a 5.012 personas de entre 16 y 75 años. 

La evidencia recogida corrobora que los hombres se siguen identificando en mayor medida con rasgos asociados a la idea de masculinidad, en especial, la competición, el riesgo y el liderazgo, con la única excepción de la independencia. En cambio, las mujeres lo hacen con atributos diferentes como la empatía y la preocupación por el bienestar de los demás. 

Asimismo, son ideas que han perlado a las mujeres a tener un carácter más comprensivo, más empáticas, conciliadoras, cuidadoras (lo que se conoce como rasgos comunales), mientras que los varones irrumpen como emprendedores, competitivos, seguros de sí mismos, con capacidad de liderazgo (lo que se conoce como atributos agénticos).

A partir de esta base, el estudio de la Fundación "la Caixa" concluye que los estereotipos de género persisten, en especial en la generación millennial, pero también entre los mayores de 41 años. 

«En nuestra investigación, lo que vemos es que los más jóvenes  en España tienden a presentar visiones menos estereotipadas. En cambio, las generaciones más mayores, especialmente la de los millennials, y, por supuesto, los mayores de 41 años, generación X y generación boomer, son los grupos que presentan visiones más estereotipadas de la sociedad», según explica Marta Fraile.

Preguntados por los rasgos que les definen como persona, los resultados muestran que los hombres con edades entre los 55 y los 75 años, propiamente de la generación boomer, se identifican en mayor medida que las féminas con rasgos como el liderazgo, seguido de la competición y el riesgo.

Los encuestados de entre los 41 y 54 años (generación X) eligen la competición, el riesgo y el liderazgo, mientras que los varones que tienen edades entre los 26 y los 40 años (generación millennial) también se reconocen en mayor medida que las mujeres de su edad con rasgos como la competición y el riesgo, así como con el conflicto. Por último, los jóvenes del grupo de entre los 16 y los 25 años (generación Z) se identifican con la competición y la seguridad en sí mismos más que las mujeres de su edad.

Entre las féminas, las participantes de entre los 55 y los 75 años se identifican en mayor medida que los hombres con rasgos como el afecto, la preocupación por el bienestar de los demás y la importancia del aspecto físico. Por lo que respecta a las pertenecientes a la generación X (entre 41 y 54 años), ellas también se identifican más que los hombres con la preocupación por el bienestar de los demás, seguida del afecto, mientras que las que tienen entre 26 y 40 años (generación millennial) se reconocen en especial con la empatía, seguida del bienestar de los demás.

Por último, el grupo más joven (de los 16 a los 25 años) destaca la empatía y el bienestar de los demás como atributos que las definen en mayor medida. En este sentido, son las únicas que se ven con el rasgo de la independencia más que los hombres de su edad.

Además de la identificación personal con el listado de cualidades más típicamente masculinas y femeninas, el informe analiza hasta qué punto los participantes siguen percibiendo a las mujeres y a los hombres en función de cualidades referidas al desarrollo de la realización personal y el liderazgo.

«Nuestro estudio muestra que un porcentaje importante de personas sigue pensando en España que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte, puesto que presentan atributos, expectativas y necesidades muy distintas entre ellos», puntualiza Fraile 

El artículo concluye asegurando que los cuidados en la familia se siguen percibiendo como roles fuertemente feminizados. En concreto, el 39% de los hombres y el 34% de las mujeres consideran que ellas están más capacitadas para cuidar de los hijos; asimismo, el 37% de los hombres y el 33% de las mujeres opinan que son ellas las que están más preparadas para atender de las personas mayores y los familiares enfermos. 

Capacidades 

En este contexto, las atribuciones de los roles tradicionalmente asociados a los hombres son bastante bajas. Así, el 6% de los varones y el 7% de las féminas cree que ellos están más capacitados para ser portavoces de un partido político; el 9% de los hombres y el 5% de las mujeres considera que ellos están más preparados para liderar equipos de trabajo. Por último, el 6% de los hombres y el 4% de las mujeres responden que los primeros son más competentes para poner en marcha una nueva idea comercial.