Cualquier estudioso o investigador de Manuel y/o Antonio Machado tiene en los fondos de la Fernán González un pozo de sabiduría. Al legado con manuscritos, fotografías, documentos y objetos personales que donó Eulalia Cáceres, viuda de Manuel, se acaba de sumar una importante biblioteca con publicaciones curiosas, primeras ediciones, homenajes, antologías y estudios sobre los Machado. En total la Real Academia dispone para su consulta de medio millar de ejemplares, lo que hace que atesore la más completa bibliografía de los poetas sevillanos.

Los 300 nuevos libros han sido donados por José María Sánchez Torreño, un profesor de Plasencia que ha decidido ceder su biblioteca a la institución que más sabe de los Machado (junto al fondo de la Fundación Unicaja). «Son textos de los hermanos y estudios que se han hecho sobre ellos, tanto desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista filológico», resume René Jesús Payo, director de la Fernán González. 

Entre esa montaña de libros pendiente de catalogación hay ediciones de La Lola se va a los puertos y Juan de Mañara; una veintena de estudios en el exilio realizados en México en los años 40 y 50; una de las primeras antologías de Antonio escrita por Dionisio Ridruejo y «raro de encontrar» (es un ejemplar de 1941, cuando la España franquista empieza a 'rehabilitar' la figura del autor de Campos de Castilla); homenajes del exilio republicano, de los hispanistas de Estados Unidos o de la ciudad de Valencia en los años 80, difíciles de conseguir; o el libro de Ian Gibson que levantó la polémica sobre la consulta del fondo machadiano e hizo que la Fernán González realizara su edición facsímil.

'Juan de Mañara', de Manuel Machado. - Foto: Valdivielso

Palacio de la Isla. Este fondo, unido a los que han recibido en los últimos años, hace que la Real Academia siga pensando en una ubicación definitiva con espacio suficiente para, no solo custodiar ese legado, sino también poderlo poner a disposición de los investigadores e, incluso, su exposición pública en algunos casos.

Descartado su regreso al Consulado del Mar, y mientras la Fundación Círculo les alquila el espacio actual, la Fernán González mantiene como intención el Palacio de la Isla. «Nuestro sueño sigue siendo ocupar los dos últimos pisos de ese edificio y el inmueble del guarda. Esa es nuestra propuesta. Ahí tendríamos solucionado el problema otros 50 años», sentencia Payo.

Pero por ahora trabajan en lo más inmediato, como la exposición sobre los Machado abierta en Sevilla que se mudará a la sala Pedro Torrecilla del Círculo en enero y el ciclo de conferencias parejo.