La originalidad y precisión de las construcciones LEGO se cuela desde en el Museo de la Evolución Humana (MEH) para mostrar por primera vez en España una reconstrucción de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) y del MEH elaborada a partir de miles de piezas. El centro museístico y la Asociación Cultural de Aficionados a las Construcciones LEGO de España (ALE!) presentaron ayer la exposición temporal ‘L-Evolución’, que se podrá ver en la zona de talleres del MEH hasta enero de 2014 de forma gratuita. Aurora Martín, coordinadora general del MEH, Eudald Carbonell, codirector de los Yacimientos de Atapuerca, y Javier Campo, miembro de la Asociación de Aficionados de LEGO España, fueron los encargados de presentar una muestra única que pone de manifiesto la pasión de los amantes de la construcción con este tipo de piezas.
La exposición, que cuenta con cerca de 200.000 piezas, está compuesta por diez dioramas temáticos, cada uno representando un momento característico de la evolución y de la historia y que abarcan nada menos que 3.500 millones de años, desde las primeras formas de vida del precámbrico hasta la actualidad. Todos los dioramas incluyen guiños a la historia de España, a la ciudad de Burgos, al propio museo y a Atapuerca.
Una de las piezas más llamativas es un muñeco que emula al propio Eudald Carbonell, quien declaró que la muestra «da cuenta de los cambios evolutivos» que se han ido produciendo a lo largo de la historia. «El hecho de que se incorporen los yacimientos dimensiona la importancia que tiene Burgos en estos procesos evolutivos», indicó Carbonell quien entiende que «en Atapuerca está toda la evolución concentrada».
«Podemos explicar la historia de la evolución de los homínidos en Europa viendo solo a Atapuerca».
La exposición es el resultado de dos meses de trabajo y de la colocación de miles y miles de piezas que conforman un recorrido por la historia de la humanidad. Según explicó Javier Campo, el proceso de construcción de los yacimientos fue uno de los procesos más complejos. Para dar forma a esta muestra fue necesario que un grupo de aficionados se desplazara hasta los yacimientos para estudiar sus dimensiones y forma.
Asimismo, los creadores de la exposición tuvieron que acceder a documentación histórica para poder construir detalles como una locomotora que atraviesa la Trinchera del Ferrocarril; lugar clave en el origen de Atapuerca. «Todo lo que hemos hecho tiene una base histórica y científica».