El aeródromo de La Vid se ofrece para fiestas de cumpleaños

S.F.L. / La Vida de Bureba
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El dueño, Gorka Noriega, complementa la experiencia de volar con la organización de celebraciones en el hangar, donde también construye, repara y custodia ultraligeros y pequeñas naves de sus clientes

El hangar cuenta con la autorización necesaria para que lo utilicen aeronaves nacionales e internacionales. - Foto: S.F.L.

En el único aeródromo de la comarca ubicado en La Vid de Bureba la diversión está asegurada. Además de la posibilidad de disfrutar de vuelos en parapente, ala delta o ultraligero, aparatos pilotados por Gorka Noriega, el vasco ofrece su hangar para celebrar fiestas de cumpleaños y cualquier evento que propongan sus clientes. 

Con la autorización necesaria para que aeronaves tanto nacionales como internacionales hagan uso de las instalaciones, y con la licencia de apertura al tráfico de ultraligeros de hasta 650 kilos y helicópteros otorgada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), propone nuevas experiencias más allá de sobrevolar la provincia. Bajo reserva previa -con dos días de antelación es suficiente- se encarga de comprar y elaborar un menú a gusto del consumidor y transformar el espacio en un local de celebración. 

Los mejores amaneceres desde el aire también son posibles en paseos de treinta minutos, al igual que los bautizos y las rutas turísticas por la comarca en ultraligeros o motoveleros a 300 metros de altura. En el centro de vuelo también aterrizan por emergencias, mantenimiento de líneas eléctricas o vuelos privados helicópteros, por lo que las instalaciones cuentan con una pequeña pista construida por él mismo.

El hangar cumple además función de taller y durante los meses de invierno aprovecha para ejecutar revisiones de motores de aeronaves y arreglos de ballestas, entre otras actuaciones habituales de mantenimiento que requieren estos aparatos. La experiencia en el mundo de la aviación y los títulos obtenidos a base de formación le permiten también ofrecer un servicio de construcción y reparación de ultraligeros y pequeñas naves. Los propietarios que requieran de un espacio para guardarlas podrán dejarlas en Aerolavid durante el tiempo que acuerden pagando una tasa.

Mantener el pavimento de las tres pista de aterrizaje y despegue, los setos y la hierba que cubre el recinto en perfecto estado lleva su tiempo, del mismo modo que controlar que la señalización y las líneas pintadas se aprecian con claridad. La delicadeza con la que realiza estas tareas han conquistado a sus clientes, que comparten sus «buenas experiencias y la atención» que el empresario ofrece en Google y en las redes sociales. Actualmente se enfrenta a los peores meses para practicar esta afición, ya que las inclemencias climatológicas condicionan los vuelos y pueden provocar un accidente. El pasado año un hombre resultó herido después de que el autogiro que pilotaba cayera a tierra mientras despegaba en el aeródromo. 

Academia de instrucción. La construcción de un segundo hangar que acogerá una academia de instrucción de vuelo tendrá que «esperar unos meses», confirma a este medio Gorka Noriega. A partir de «febrero» planea iniciar la tramitación oportuna para desarrollar un proyecto con la colaboración de un «joven procedente de Haro que se encargará de formar a los alumnos en el manejo de ultraligeros». Por el momento no adelanta una fecha de inauguración, pero sí confirma que los futuros pilotos adquirirán «conocimientos teóricos y las habilidades de pilotaje necesarias para superar el examen». Además, tendrán a su disposición el «centro y las naves con las que realizarán las prácticas».

Las instalaciones burebanas cumplen la normativa para impartir en ellas cursos oficiales de piloto profesional de dron, el último celebrado la semana pasada, los cuales brindan a los estudiantes la instrucción necesaria para aprender a manejar dichos instrumentos de manera segura y eficaz.