El mural Liduvina, pintado por Christian Sasa en Villangómez durante la celebración del último Festival Pollogómez, se ha coronado como el tercero mejor del mundo del mes de octubre. Así lo dio a conocer a primera hora de la tarde de ayer la plataforma Street Art Cities, que tiene aún pendiente de confirmar los trabajos que quedarán en segundo y primer lugar entre los 25 que estaban nominados.
Han tenido que pasar siete días desde que se cerraron las votaciones para conocer finalmente el puesto en el que se situaba la obra del artista burgalés, con raíces en Tardajos. Con este puesto, la obra Liduvina se cuela entre los 100 murales más destacados del mundo que, a su vez, competirán por ser el mejor de 2023, resultado que Street Art Cities hará público el próximo mes de enero de 2024.
Sasa ya quedó en séptimo lugar en esa clasificación internacional de los mejores murales del año 2022 con su intervención en la tienda de Los Bizcochos de Carol en el barrio G-3 de la capital burgalesa, titulado Dulces, alegría y felicidad.
Ayer el artista se mostraba muy satisfecho de ese tercer puesto y aseguraba que aunque él no pinta por competir con nadie ni para que valoren su trabajo mejor o peor que otros, «sino por hobby y por pasión», lo cierto es que valoraba el reconocimiento. «Que lo reconozcan y tenga esa repercusión mundial es siempre halagador y de agradecer», afirmaba.
El mural de Villangómez, una estampa costumbrista de la vida doméstica rural, luce en la pared de una nave agrícola de doce metros de largo de la localidad, referente del arte callejero no solo de la provincia, sino a nivel mundial, al contar con más de medio centenar de murales.
La obra de Christian Sasa, que participaba por primera vez en el certamen del Festival Pollogómez, representa el calor del hogar y su protagonista es una vecina del pueblo, Liduvina, que bien puede ser cualquier mujer del medio rural, que se afana en hacer las tareas domésticas en una cocina típica rural, con su fogón donde prender la leña. Es al mismo tiempo un homenaje a sus propias abuelas, reconoce el artista burgalés, y por extensión a todas las mujeres de nuestros pueblos.
En la obra, como es característico de Sasa, destacan cada uno de los detalles, comenzando por el propio rostro de Liduvina, ajado por el paso del tiempo, pero con una mirada firme y poderosa, como lo son esas manos que sujetan el pollo listo para ser desplumado, y siguiendo con el fuego de la lumbre que parece tan real que se siente el calor que desprenden esas llamas que caldean el ambiente y que inevitablemente nos remontan a esas largas tardes del invierno burgalés. Hasta la ristra de ajos parece esparcir su típico olor.
La composición de la escena se creó partiendo de unas fotos realizadas por Lucas Maté, a quien Christian agradecía también su trabajo. A todo se prestó encantada la protagonista que, según cuenta el artista, se pasaba todos los días para ver cómo iba quedando el mural. Seguro que Liduvina se mostraba sorprendida de observar la destreza con la que Sasa iba utilizando los espráis y dando forma a toda la escena.
Proyección mundial. La plataforma digital Street Art Cities se ha convertido en el mejor escaparate para divulgar el arte urbano, al ser una de las que mayor proyección mundial tiene. Son los propios usuarios de la misma los que deciden con sus votos los mejores murales, tanto los que se eligen cada mes como los anuales.