El termómetro marcaba 22 grados en el Valle de Mena. Este inusual calor otoñal es el aliado perfecto para que el mosquito que causa la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) continúe contagiando más animales. Los datos oficiales que maneja la concejala de Ganadería, Teresa Campo Montemayor, contabilizaban hace una semana 673 animales enfermos y 57 muertos en 102 explotaciones ganaderas del municipio. Ante esta nueva epidemia, la edil coordinará junto a Coag una recogida de firmas en la comarca para trasladar a la Junta de Castilla y León y al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación las principales preocupaciones que el sector le trasmitió en la charla celebrada esta semana en Villasana. Se resumen en la necesidad de una vacuna contra esta enfermedad y mayores compensaciones económicas por muerte.
La jornada informativa que organizaron el Ayuntamiento menés y la organización agraria Coag, reunió a más de 120 ganaderos del municipio, pero también de Espinosa de los Monteros, Montija, Sotoscueva o el Valle de Losa, entre otros puntos. La EHE entró a la comarca por el Valle de Mena a finales de septiembre y un mes después, a finales de octubre, se declararon oficialmente los primeros casos en el resto de unidades veterinarias, Villarcayo, Espinosa de los Monteros y Medina de Pomar. En la provincia también se ha confirmado en las zonas de Lerma, Belorado, Briviesca y Aranda de Duero.
Los afectados mostraron su preocupación por la vuelta de la enfermedad cuando pase el invierno y por la necesidad de que la Administración regional «haga el mayor esfuerzo a su alcance para conseguir una vacuna que permita la profilaxis ante de la llegada de la enfermedad la próxima campaña».
La vacuna se hace más necesaria, si cabe, porque como manifestaron en la jornada los veterinarios Sergio Fernández y Jorge Tapia, la enfermedad «está cursando una enorme variabilidad en cuanto a síntomas, tratamientos y, sobre todo, resultados», con lo que la supervivencia y su curación son muy variables según el animal afectado. La alarmante pérdida de peso por dejar de comer y beber y los problemas respiratorios y de movilidad son algunos de los síntomas que comparten los ejemplares contagiados, con lo que los ganaderos se enfrentan a fuertes gastos veterinarios y de suplementos para recuperar el peso de sus reses.
El triple por las bajas. Asimismo, los ganaderos calificaron de insuficientes los 500 euros establecidos por la muerte de sus vacas y reclamarán ayudas de 1.500 euros para las de hasta 9 años y de 1.250, para las de más de 9 años, dado que la Administración regional no ha tenido en cuenta el lucro cesante. La recogida de las firmas, que se extenderá por toda la comarca y tratará de contar con el mayor apoyo posible, se iniciará previsiblemente la próxima semana, dado se está ultimando el texto que las acompañará.
El hecho de que las ayudas establecidas por la Junta de entre 500 y 1.000 euros por explotación se vayan a retrasar hasta 2024 para muchos ganaderos meneses, dado que la primera convocatoria solo cubre a las granjas afectadas hasta el 16 de octubre, no preocupa en exceso. Campo Montemayor señala que los ganaderos confían en la nueva convocatoria que se realizará ya el próximo año.