El Ayuntamiento de Burgos se ha encontrado con una desagradable sorpresa en la tramitación para modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) con la que aspira a dejar lista, desde el punto de vista urbanístico, una superficie de cuatro millones de metros cuadrados en los terrenos del fallido CAE (los del término municipal de Burgos) que permitirían dejar resuelta la disponibilidad de suelo industrial en la capital para las próximas cuatro décadas.
El mal trago ha venido tras conocer que el Ministerio de Transportes ha trasladado un informe a la Junta de Castilla y León en el que se opone a que los accesos se realicen a través de la N-120. En la Gerencia de Urbanismo entienden que aún se está a tiempo para reconducir la situación ya que quieren entender que probablemente hay aspectos que no se han tenido en cuenta y que podrían hacer que Carreteras, la pata del Ministerio que se encarga de este asunto, cambie su posición.
En el Ayuntamiento relatan que la postura del Ministerio con la que se niega a estos accesos, los más interesantes desde el punto de vista industrial, se centra en que la densidad del tráfico en la N-120 es muy elevada en ese punto y de ahí que se desaconsejen (más bien prohiban) conexiones de este tipo por razones de seguridad y fluidez de la circulación.
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