Ya lo adelantó hace unos días a DB el senador Jaime Mateu y ayer lo confirmó la propia ministra de Fomento, Ana Pastor: la variante de Aranda de Duero de la Autovía del Duero es una de las obras que se benefician de los 1.300 millones de euros extra que su departamento va a destinar este año a contratos de construcción y conservación de carreteras.

Ana Pastor, que realizó una visita junto al consejero de Fomento, Antonio Silván, para conocer de primera mano cómo marcha la ejecución del viaducto de 185 metros sobre la antigua N-I, una de las estructuras más complejas junto con la conexión con la A-1, anunció una inyección adicional  de 6,8 millones de euros para este tramo de la A-11 que ha permitido reanudar hace unos días unas obras que se encontraban totalmente paralizadas al haberse agotado la exigua partida de 105.000 euros consignada para el presente ejercicio pese a que el año anterior se habían prometido 14 millones.

«Es una infraestructura muy importante para la provincia, para Aranda, era un compromiso que yo había adquirido con el Gobierno de Castilla y León, y lo que hemos hecho en el presupuesto, aunque no había contemplado dinero, es colocar 6,8 millones para poder continuar con esta infraestructura que es, dentro de la A-11 uno de los puntos más importantes, porque el tráfico supera los 8.000 vehículos diarios y es un nudo de comunicaciones muy importante, y era una necesidad», manifestó.

Sin embargo, Pastor no quiso aventurar plazos de finalización ni concretó si, tal y como se viene reclamando desde la capital ribereña, su departamento va a adelantar las previsiones de financiación que tenía diseñadas para  esta infraestructura que prolongan la conclusión hasta 2016. Se limitó a asegurar que la obra va a continuar y que se va a intentar terminar cuanto antes. «Que sea lo antes posible y que se intente que la obra siga a buen ritmo y que por lo tanto el ritmo nos lo ponga la obra a nosotros y no nosotros a la obra, que hasta era el Ministerio que había amparado la obras el que había dicho, no hay dinero, no se puede hacer la obra», argumentó.

La ministra justificó en gran medida la ralentización que había sufrido este proyecto en que su prioridad al frente de Fomento ha sido hacer frente a las deudas de su departamento. «Cuando yo he llegado mi gran problema ha  sido  que había  varios miles de millones de obras en carreteras que estaban sin pagar. Hemos tenido que pagar todo lo que se debía, pagar las expropiaciones, que eran más de 600 millones en toda España.  y luego empezar a acometer lo que entendemos que es más importante. Con el dinero que hay organizarlo bien y hacer  lo más gordo y lo más importante.   Y para nosotros importante y gordo, y ha habido que llevarlo al Consejo de Ministros, era la variante y es lo que estamos haciendo», justificó.

La variante de Aranda  de la A-11 es un tramo de autovía de 13,7 kilómetros de longitud que circunvala conjuntamente Castrillo de la Vega, la capital ribereña y Fresnillo de las Dueñas. Una alternativa a la N-122 que captará gran parte del tráfico de largo y medio recorrido de los más de 8.000 vehículos al día que circulan por esas tres travesías.

El presupuesto de la obra , adjudicado en 54,1 millones en 2008 y que fue víctima de la reprogramación anunciada por el ex ministro José Blanco en el año 2010 fruto de la fiebre por los recortes, asciende actualmente a 61,20 millones de euros, cantidad que sumada al coste de redacción del proyecto, al importe estimado de las expropiaciones y a la asistencia técnica para el control y vigilancia de la obra, arroja una inversión total de 68,58 millones de euros. Una actuación que financia la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (SEITT) y que, según explicaron ayer responsables de Fomento, que la está desarrollando, se encuentra ejecutada en cuanto a presupuesto en un 46%, destacando que el grado en movimiento de tierras y estructuras alcanza un 65%, en obras de drenaje transversal un 75% y en servicios afectados un 80%.