Quedan todavía unos cuantos años para que se pueda viajar en AVE entre Burgos y Vitoria. El Adif no ha sacado aún a concurso la redacción de los proyectos de la línea de Alta Velocidad entre las dos capitales, hecho que se debería haber producido en el primer trimestre. Este retraso, sumado a los tiempos que conllevará su conclusión, aprobación y posterior licitación de obras, hace prever que el inicio de la ejecución no es cercano.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, en cambio, sí que se ha dado más prisa en redactar, sacar a concurso y adjudicar la ejecución del enlace estratégico que unirá el final de la línea procedente de Burgos-que morirá a la altura del municipio alavés de Villodas- con las del acceso de la Alta Velocidad a la capital vasca desde el oeste -que parten desde el centro logístico de Jundiz y terminan en la estación-.
Se trata de 3,6 kilómetros que conectarán Vitoria yla citada localidad de su Alfoz, ya que técnicamente no forman parte ni del proyecto para la entrada del TAV en la ciudad ni del trazado que llegará desde tierras castellanas. Esta plataforma cobra una vital importancia, ya que será la que permita unir el tramo de Burgos -y por consecuencia toda la Red española- con la Y Vasca y viceversa. El usuario no notará diferencia alguna, ya que su trayecto concluirá en la terminal vitoriana. A ojos del Ministerio de Transportes son estructuras totalmente diferentes, y prueba de ello es el desigual ritmo que están siguiendo. Construcciones Sánchez Domínguez Sando será la mercantil encargada de ejecutar el tramo de 3,6 kilómetros por 27,5 millones de euros. Diseñado para doble vía de ancho estándar, arrancará al este del concejo de Villodas, junto al río Zadorra, muy próximo a la vía convencional.
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