Ya han comenzado las obras para que la modernización de los regadíos de la zona del Bajo Carrión de Palencia sea por fin una realidad. Las máquinas trabajan sin descanso porque los plazos apremian y, al ser un proyecto financiado en parte con fondos europeos, la obra deberá estar terminada en agosto del año 2026. Además, el objetivo es entorpecer lo menos posible la labor de los agricultores. Por eso, las primeras excavadoras ya se encuentran en el terreno para acometer las zanjas que albergarán las tuberías.
"En apenas un mes empezaremos a cosechar y por eso, quieren aprovechar ese tiempo para levantar el suelo en las parcelas paralelas a los caminos. Nos han trasladado que quieren hacer el menor daño posible", explica a Ical el presidente de la Comunidad de Regantes Bajo Carrión-Villoldo, Blas Donis. "El trabajo realizado en los últimos años empieza a dar sus frutos y la verdad es que teníamos muchas ganas de verlo arrancar. Parece que hasta que no ves las máquinas funcionando, no te lo crees", reconoció. "La inversión total del proyecto se acerca a los 90 millones de euros lo que supone la inversión más grande en modernización de regadíos de toda Castilla y León".
Para conseguirlo, el primer paso será instalar una tubería general de 22 kilómetros de longitud que partirá desde el municipio de Gañinas, en la comarca de la Vega de Saldaña. Allí, se construirá una balsa y se captará el agua desde el río Carrión para transportarlas hasta la Comunidad de Regantes en Villoldo. Desde ese punto se abastecerán las 6.600 hectáreas proyectadas aunque, de momento, se va a actuar en 2.300 y el resto se realizará en una segunda fase. "Confiamos en poder empezar a negociar las hectáreas que nos quedan en los próximos meses", señala Donis.
"A partir de ahora, se tendrá que abrir un periodo de expropiación, sobre todo, para poder albergar la tubería general ya que discurre por terrenos que no son propiedad de la Comunidad de Regantes. Algunas de las expropiaciones serán temporales mientras duren las obras, pero otras tendrán que ser definitivas ya que son terrenos necesarios, por ejemplo, para poder construir las balsas o los areneros".
La previsión es comunicar la decisión a los propietarios de los terrenos expropiados a lo largo del próximo mes de agosto. Será entonces, cuando se abra un plazo para que lo puedan recurrir. "A partir de ahí, y confiando en que no se alargue mucho el proceso, se comenzará a instalar la tubería general". Esa infraestructura, recuerda Donis, debe garantizar que el agua llegue a los cultivos con la presión suficiente para poder regar. "No necesitamos ni placas solares ni ninguna otra fuente de energía. El planteamiento es aprovechar la propia fuerza del agua y por eso, se extrae desde tan lejos", explica. De esta manera, no será necesaria la instalación de estaciones de bombeo y se evitará la actual pérdida de agua por culpa de las deterioradas acequias y canales de distribución.
La modernización supondrá un 21 por ciento de ahorro de agua, el coste energético será cero y se reducirán los costes de producción en más de un 30 por ciento en comparación con las zonas no modernizadas. El proyecto, promovido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Fase II, está cofinanciado con fondos Next Generation de la Unión Europea y las obras deberán estar terminadas en 2026. Esta será la primera fase pero, en total, se prevé una inversión total en obra de 89,70 millones de euros y estará cofinanciada por la Junta, la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) y la propia Comunidad de Regantes.
En esta primera pase, las obras beneficiarán a 300 propietarios de un total de 782 regantes en los términos municipales de Carrión de los Condes, Villoldo, Lomas de Campos, Revenga de Campos, Manquillos, San Cebrián de Campos, Ribas de Campos, Paredes de Nava, Perales, y Becerril de Campos. Asimismo, se dotará a los cultivos de la última tecnología para mejorar su "eficiencia, competitividad y ahorro de agua".
"Esta obra conlleva también la digitalización del riego y ese es un aspecto muy positivo para nosotros ya que nos va a permitir una mejor gestión del agua. Estoy seguro de que nos va a cambiar la vida y nuestra manera de trabajar. Toca decir adiós al riego a manta o las botas de regar. Si queremos seguir adelante con esta profesión, hay que evolucionar y mirar al futuro", recalca el también secretario general de UPA Palencia. Además, se implantará un sistema de telecontrol, que supondrá considerables avances en la mejora de la gestión del uso del agua ya que el agricultor dispondrá de agua a presión próxima a su parcela, gestionando el riego a través de un sistema de automatización que permitirá la medición y control de agua por parte de la comunidad de regantes.
De manera paralela, la Junta de Castilla y León deberá acometer una reconcentración parcelaria de toda la zona regable. "Es indispensable para poder impulsar la modernización y requiere también de una inversión importante. No creo que en este momento haya una inversión tan potente en todo el país", dice Donis.
En total, en el conjunto de la región, la inversión prevista en materia de modernización de regadíos asciende a 443 millones de euros para un total de 20 actuaciones. Concretamente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA), formalizó el pasado mes de marzo tres convenios para invertir 125 millones de euros en las comunidades de regantes de Margen Izquierda del Porma y Ribera Alta del Porma, en la provincia de León y la Comunidad de Regantes de los Canales del Bajo Carrión en Palencia. Además de Palencia, en León se firmaron dos convenios por valor de 67 millones de euros (IVA no incluido) para la modernización hídrica y energética de 9.378 hectáreas de regadíos en las comunidades de regantes Margen Izquierda del Porma y Ribera Alta del Porma, que beneficiarán a 652 regantes.