El arte de cuidar el balón

C.P. / Burgos
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El Silbö San Pablo Burgos es el equipo que menos balones pierde de toda la Primera FEB y el líder invicto de la competición

Jon Axel Gudmundsson -con el balón- es el principal encargado de la dirección de juego azulona. - Foto: Valdivielso

Ya han transcurrido cinco jornadas ligueras y el Silbö San Pablo Burgos es el líder invicto de la Primera FEB. Ninguno de sus jugadores aparece en el podio del ránking de estadísticas de la competición, fruto de lo repartido que está el peso en la plantilla, pero los azulones sí que destacan como equipo por ser el que menos balones pierde por partido con una media 8,6.

La solidez que está mostrando el San Pablo en este inicio de curso pasa por regalarle lo mínimo posible al rival y después imponer su talento arriba. A pesar de tener muchas piezas nuevas que suelen requerir de un período de adaptación a la filosofía del entrenador y de entendimiento entre ellos, solo en uno de los cinco encuentros disputados ha superado la decena de pérdidas. Ocurrió en la primera jornada contra el Cantabria. En el resto, ha cuidado mucho el balón, sobre todo cuando el choque no estaba decidido.

Por petición expresa de Bruno Savignani, el plantel cuenta con muchos 'manejadores' y está más cubierto que otros años a la hora de subir el balón. No solo los bases Jon Axel Gudmundsson o Dídac Cuevas pueden hacerlo, sino que Gonzalo Corbalán, Miha Lapornik o Joe Cremo pueden asumir ese rol. Curiosamente, es el americano el que más balones ha perdido hasta el momento en liga con una media de 2,2 por duelo.

En cuanto al resto de equipos de la Primera FEB, todos ellos superan la decena de pérdidas por partido y hay algunos como el Amics Castellón que casi doblan la estadística azulona (15,6). El Grupo Ureta Tizona se va hasta las 14,6 por partido; el Odilo Cartagena, 14,4; el Palencia 11,4; el Real Betis, 10,6;  el Monbus Obradoiro, 10,8; y el Movistar Estudiantes, 10,6; por mencionar algunos de los que más llevan y algunos de sus rivales directos.

Una de las diferencias. Por ejemplo, en el último duelo ante el Alimerka Oviedo, el San Pablo no tuvo su mejor día y aun así supo sacar el compromiso adelante. Una de las principales diferencias fue el cuidado del balón. Mientras que los castellanos hicieron 5 pérdidas, los asturianos cometieron 15. Ahí también se esfuman los partidos.