Recién llegados de Paiporta y Aldaya, la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, recibió a los Bomberos que desde el sábado participaron en las labores de emergencia en las zonas más afectadas por la DANA. Los efectivos describieron una situación terrible que nunca antes habían visto y para la que, reconocieron, nunca estás preparado del todo. El sargento que encabezó la expedición, Juan Carlos Chicote, hizo un llamamiento a las administraciones para que mejorasen los protocolos de emergencia ante catástrofes de este tipo.
«Aunque acudimos en cuanto nos dieron autorización, en realidad llegamos tarde», apuntó Chicote, quien recordó que miles de vecinos de las localidades afectadas por las riadas «lo han perdido absolutamente todo» y, sin embargo, «en Paiporta fuimos el primer servicio de emergencias que veían en cinco días». Así, apostilló que había muchísima gente con demasiada necesidad.
Los Bomberos desplegados en Aldaya y Paiporta advirtieron que, por su formación, por ser un cuerpo multidisciplinar, están preparados para cualquier tipo de situación catastrófica. Pero nunca como lo que vieron en Valencia. «Es como si un tsunami de cuatro metros arrasara Burgos de este a oeste. Destroza todo a su paso. No estamos preparados para una catástrofe de esta magnitud», expresó.
Chicote reconoció que ante un temporal como el que la semana pasada azotó el levante, «nadie está preparado del todo», pues considera que «no hay puesto de mando avanzado que dé abasto ante tal situación», pero considera que esta experiencia «nos tiene que hacer aprender que las administraciones tienen que coordinarse mejor para dar una respuesta a los ciudadanos mucho más rápida».
Sobre su trabajo en la zona cero de los efectos de la DANA, el sargento al mando de los efectivos del parque burgalés desplegados explicó que han visto«cosas horribles». Y es que más allá de las labores de asistencia a los ciudadanos y de limpieza de las calles, ayudaron en la inspección de garajes en busca de personas desaparecidas. «Gracias a Dios no hemos encontrado a ningún fallecido, que era uno de mis mayores temores. Siempre que acudíamos a un sótano había esa incertidumbre. Incluso estos días, que tanto se ha hablado del centro comercial de Bonaire, sentimos muchísimo alivio al ver que no había habido víctimas», narró.
Al hilo de las especulaciones que hubo alrededor del mencionado parking de la superficie comercial de Aldaya, lamentó que se difundiesen «bulos» sobre lo que podrían encontrarse. También que haya personas que hayan aprovechado la desesperación de la gente para entrar en las casas para robar. «No puede ser que tuvieran que hacer guardias nocturnas», subrayó. Por suerte, «las cosas están mucho mejor a cuando llegamos», concluyó.
Por su parte, la alcaldesa agradeció la labor prestada durante los últimos días en las zonas afectadas, y mostró su orgullo por «tener unos grandísimos profesionales» en la mayor tragedia del siglo en el país.