El arzobispo de Burgos, monseñor Fidel Herráez Vegas, presentó el domingo -el mismo el día de su cumpleaños- al papa Francisco su renuncia al gobierno pastoral de la diócesis. Se trata de un procedimiento que, según marca el Código de Derecho Canónico, deben cumplir todos los obispos al cumplir los 75 años, según informó ayer el Arzobispado burgalés, que indica que el prelado seguirá estando al frente de la diócesis, ejerciendo normalmente su ministerio hasta que el Santo Padre conteste a la renuncia presentada, «teniendo en cuenta todas las circunstancias», como también rubrica la norma eclesiástica en el canon 401, en el que se fijan no solo las funciones sino la mecánica de las renuncias y ceses de los obispos.
En este sentido, en medios eclesiásticos burgaleses, se apunta que será difícil que el Pontífice acepte la renuncia toda vez que el prelado goza de salud y, sobre todo, ha realizado en estos años una brillante labor pastoral al frente de la archidiócesis, granjeándose el cariño de los fieles y una alta consideración entre los no católicos.
El 30 de octubre de 2015 el papa Francisco nombró arzobispo de Burgos a monseñor Fidel Herráez, tomando posesión de la archidiócesis el 28 de noviembre del mismo año. Desde entonces ha vivido con plena dedicación, según se destaca desde el Arzobispado, «sus obligaciones pastorales, realizando la visita canónica a todas las comunidades religiosas de vida activa y contemplativa, así como a un muy alto porcentaje de las 1.003 parroquias que componen el territorio diocesano». Además ha sido impulsor de «la reforma de la curia diocesana y del plan pastoral centrado en el anuncio del Evangelio».
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