Su relación de vecindad no es que pasara por los mejores momentos, pero el día 9 de febrero de 2022 las cosas se descontrolaron. Amenazas mutuas, insultos y daños a la propiedad se sucedían sin solución de continuidad hasta que en la tarde de aquella jornada ambos ciudadanos, con residencia en el barrio de Juan XXIII, se cruzaron por la calle. El acusado, que iba en bicicleta, le exigió que le pidiese perdón -por algún conflicto previo- y que le pagase una puerta que le había roto.

Mientras le decía todo esto se apeó de la bici, se acercó corriendo hasta su vecino y le dio tal puñetazo en la cara que lo tiró al suelo. Una vez allí tendido, le siguió dando patadas, hasta que se cansó, se subió de nuevo a su vehículo de dos ruedas y se marchó de allí.

El juzgado de lo penal número 3 de Burgos acaba de condenar al agresor a 10 meses de prisión como autor de un delito de lesiones y, además, le impone el abono de una indemnización de 2.300 euros al afectado por los daños físicos que sufrió. 

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