Las finales no se juegan, se ganan, y eso es lo que ha hecho el Mirandés esta tarde en Anduva ante el Amorebieta, que se va a Primera RFEF tras perder 1-0. Los rojillos han conseguido la victoria en un partido que ha decidido un gol de Gabri Martínez, quien lo ha logrado en el minuto 62, después de una gran asistencia de Carlos Martín. La calidad de los rojillos se ha impuesto, aunque sobre todo en la primera mitad los nervios se han dejado notar en el bando castellano.
Tras el paso por los vestuarios, el cuadro de Alessio Lisci ha dado un paso adelante, se ha adueñado del partido y ha marcado. Posteriormente no ha tenido que sufrir y ha sabido guardar la ropa. De hecho, ha estado más cerca el segundo que el empate. Con el pitido final Anduva ha estallado y ha celebrado con los suyos la permanencia.