«A todos los cantautores, tarde o temprano, nos llega el momento de adaptar a un poeta. Lo hizo Serrat con Machado, lo hizo Rufus Wainwright con Shakespeare..., lo han hecho montones de cantautores antes que yo. En mi caso, lo que hago en Los versos sáficos es una adaptación de los poemas de Safo. Bueno, algunos son adaptación y otros son inspiración. Aunque en eso tampoco soy la primera. Lo que sí que es verdad es que soy la primera que lo hace, yo creo, por necesidad porque muchos de sus versos se han perdido», precisa la compositora y cantante Christina Rosenvinge, que esta noche presenta el disco en el auditorio Ana Lopidana del Círculo con las entradas agotadas (a las 19:30 horas).
La cantautora se adentra en el universo de la poeta griega del siglo VII, a la que se la representa con una lira porque sus versos se cantaban, y lo trae al siglo XXI a través de ritmos como el pop, el rock o la electrónica. «La poesía de Safo, al haber sido oral, tiene también ese lenguaje que hoy mismo encontramos en la música actual. Es decir, Safo habla en primera persona de sus dolores de amor, y en ese sentido es realmente la antecesora de todos los que hemos hecho música pop del siglo XX-XXI», detalla. Lo hace con «un lenguaje comprensible y asequible, sin metáforas alambicadas que solo pueden entender unos cuantos».
Y dado que su poesía era cercana, Rosenvinge ha adaptado los versos al concepto de 'música popular', que hoy en día abarca innumerables estilos: «Desde luego el tecno es uno, el rock es otro, el pop, la música folk..., el reguetón sería otro -aunque yo no lo he incluido, pero podía haber estado-. Lo que he hecho en este disco ha sido algo muy distinto. Hay una unidad en los textos, pero, sin embargo, en la música juego mucho con estilos diferentes», añade.
A todos los cantautores nos llega el momento de adaptar a un poeta"
Con este trabajo la artista madrileña acerca a la poeta clásica al gran público a través de lo poco que de su obra que se conserva: un poema completo, unos cuantos incompletos y versos y palabras sueltas. Nacida en la isla de Lesbos, tuvo mucha fama en su época, tanto que su cara estaba representada en las monedas y dio lugar a dos adjetivos: 'sáfico', como se llama a una determinada métrica que ella utilizaba, y 'lésbico', por los poemas que escribió sobre del amor entre mujeres. «Y, por otro lado, su obra ha sido tremendamente influyente desde la antigüedad. Muchísimos poetas romanos, Ovidio, Catulo..., ya la imitan y se reconocen como pupilos suyos. Y lo ha sido también en el siglo XX».
«Es la fundadora de la poesía lírica tal y como la conocemos. Y yo la veo como la fundadora de nuestra estirpe, la de cantautores de la que formo parte», afirma. Por eso se ha sentido libre para adaptar e inspirarse manteniendo lo que Safo era: «He intentado ser muy fiel a su espíritu. Con la forma he jugado muchísimo, escogiendo lo que más me gustaba, pero efectivamente he intentado ser muy fiel a ese espíritu tan maravilloso de hedonismo puro, de vivir en el presente, de celebrar el cuerpo, los cinco sentidos, y por supuesto de cantarle al amor entre mujeres».
La poesía de Safo se cantaba y hablaba en primera persona de sus dolores de amor. Por eso es la antecesora del pop de los siglois XX y XXI"
Para llegar a Los versos sáficos Rosenvinge primero participó en la música del proyecto teatral Safo, sobre la poeta griega. «Si no hubiera sido porque me salió la obra de teatro no sé si lo hubiera hecho, o si se me hubiera ocurrido, o me hubiera atrevido, o lo hubiera visto como necesario. Ha sido la conjunción de una oportunidad maravillosa», resume recordando que la obra de teatro se estrenó en el Festival de Mérida.