El foso del cementerio de Bardauri en el que la administración local de Miranda tira los féretros usados no ha cambiado. El cercado sigue sin taparse y cuando se realizan las reducciones o las exhumaciones, la imagen denunciada hace tres meses se mantiene inalterable. Los encargados de alzar la voz fueron los afectados por la clausura de panteones en el camposanto del Casco Viejo, aunque lo importante para ellos con aquel mensaje era trasladar la «poca sensibilidad que demuestra el Ayuntamiento». Como respuesta, el concejal de Servicios, Guillermo Ubieto, avanzó que su intención pasaba por cubrir la valla, aunque por ahora todo sigue igual.
El representante de IU-Podemos admitió en noviembre «que la imagen puede herir sensibilidades» y por eso anunció que tomaría cartas en el asunto y en diciembre el foso quedó libre de restos, salvo unos pocos cristales. Como principal opción para remediar la situación se habló de «colocar algún tipo de muro», en una zona en la que hay que tener en cuenta que sopla un fuerte viento, por lo que tampoco resulta sencillo encontrar una solución duradera. Así lo transmitió entonces el concejal, quien recalcó de todas formas la legalidad en la forma de actuar por parte del Ayuntamiento, en el tratamiento de los ataúdes y otros restos de los enterramientos.
En ese foso «quedan de manera temporal», se dijo, para posteriormente recogerse por parte de una empresa homologada en este tipo de actividades. En aquel momento, Ubieto vio un ataque por parte de la plataforma, desde la cual, se indicó que se podía cumplir la normativa, pero afirmaban que «no es la mejor forma de hacerlo».
El cruce de declaraciones escondía un enfrentamiento entre las personas afectadas por el cierre de panteones y el propio Ayuntamiento. A primeros de diciembre, la tensión parecía que se había reducido, ya que la alcaldesa Aitana Hernando manifestó la intención de sentarse con los representantes de la plataforma para poder alcanzar un entendimiento.
Aquel guante parecía que se iba a recoger, aunque lo cierto es que por ahora no se han juntado y lo que sí que avanzan son las reclamaciones judiciales, aunque desde la plataforma se mantiene un cauto silencio.